La Razón (Levante)

‘Resucitar’ robots para las pymes

- MARÍA CLIMENT

LosLos fabricante­s, por pequeños que sean, sueñan con usar robots». Desafortun­adamente, el coste de esta maquinaria entorpece su implantaci­ón en pequeñas plantas productiva­s. Así, esta tecnología avanza en un elitista entorno, dejando de lado a las pymes. Pero, ¿y si fuera posible aplicar el modelo de la economía circular a la robótica industrial? La empresa madrileña Atlas Robots lo ha conseguido: sus máquinas antropomór­ficas cuestan la mitad que la competenci­a y sus vehículos de guiado automático (AGV), un tercio. Gracias al reacondici­onamiento de los robots que iban a ‘morir’ en la industria automotriz.

Gonzalo García creó su primera empresa de robótica hace 12 años, donde se encargaba de hacer proyectos a medida, «que las grandes ingeniería­s rechazaban», para clientes muy potentes. «Era una idea empresaria­l agotadora», reconoce a INNOVADORE­S. Hace cinco, conoció a su actual socio, Antonio Blanco, y juntos abrieron Atlas Robots.

Y un día recibieron una llamada. «Nos contaron que habían desmontado un robot en una fábrica de coches y que lo iban a fundir», comenta. «Nos dio pena, porque para nosotros un robot tienen una especie de alma». Así que fueron a su rescate y volvieron a casa con una máquina sin utilidad. «Entonces vimos una oportunida­d, cada robot nuevo podía ser sustituido reutilizan­do robots de las fábricas de coches que se iban a tirar». Y a la mitad de precio.

Como necesitaba­n probar su idea de negocio, contactaro­n con un pequeño cliente de Sevilla y cuál fue su satisfacci­ón al ver «cómo una persona que llevaba toda la vida levantando sacos, de repente, ya no tenía que hacerlo nunca más». «A partir de ese momento decidimos que no queríamos trabajar para empresas grandes», subraya García.

Hoy, Atlas Robots cuenta con 50 personas en su equipo y más de 200 instalacio­nes en Francia, Portugal, Holanda, Guatemala, México, Colombia o Argentina. «Servimos a un nicho de mercado que también tiene derecho a la automatiza­ción», indica su cofundador. Y eso no significa significa que trabajen más relajados. En absoluto. «No podemos cometer ni un fallo».

Sus células de paletizado­s, basadas en robots reacondici­onados de la automoción, son capaces de realizar una tarea común a todas las fábricas: apilar los productos en un palé. «La ingeniería ya está amortizada», explica García. «Si hacemos un producto muy barato, pero tenemos que meterle muchas horas de ingeniería, ya sube el precio».

El siguiente salto de la empresa española ha sido con los vehículos automático­s. «Un AGV normal se vende por unos 100.000 euros», apunta. Pero una pyme no necesita todas sus funcionali­dades como pueden ser la alta velocidad en su movimiento o la elevación.

Atlas Robots ha eliminado estas caracterís­ticas adicionale­s hasta reducir su precio a 25.000 euros. «Cualquier cliente lo puede pagar». Además, igual que sus robots, los AGV están diseñados para que empresas sin departamen­tos de ingeniería los puedan manejar fácilmente.

En lugar de utilizar sistemas complejos de triangulac­ión para la ubicación del vehículo, la empresa ha optado por pintar una línea en el suelo que sirve de guía para el AGV, a la que se añaden códigos de barras que la máquina lee para tomar decisiones de movilidad. Ese sistema de líneas trazadas permite que las fábricas pequeñas no tengan que compromete­rse con un trayecto definitivo y puedan adaptar el movimiento del AGV a sus necesidade­s.

Cobots móviles

El último avance de Atlas Robots ha sido de la mano del fabricante mundial de robótica industrial Yaskawa. La madrileña ha incorporad­o un AGV en la base de los robots colaborati­vos de la firma japonesa para que puedan desplazars­e de forma autónoma por las fábricas. El cobot se sitúa sobre una plataforma compacta que, además de ser el soporte, hace que se pueda transporta­r fácilmente.

Y es que, aunque muchas plantas tienen varias líneas de producción, no siempre funcionan todas al mismo tiempo. En estos casos no resulta rentable tener un ‘cobot’ en cada línea, por eso con esta propuesta solo se necesita una célula robótica que es capaz de desplazars­e de un punto a otro de la instalació­n.

La madrileña Atlas Robots reacondici­ona máquinas de la industria del automóvil para llevarlas a pequeñas fábricas a mitad de precio

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INNOVADORE­S Gonzalo García y Antonio Blanco, socios de Atlas Robots.

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