La Razón (Levante)

La sociedad existe y sabe hacer la guerra contra la Covid-19 si se le enseña

- Antonio Burgueño Carbonell Antonio Burgueño es médico

La sociedad española vuelve a estar en el punto de mira de este germen tan peculiar y testarudo como es el SARS CoV- 2. Y naturalmen­te, como no puede ser de otra forma, forma, la población más afectada es la de la Comunidad de Madrid, el punto de encuentro de todos los caminos, y el virus camina sin cansarse a los lugares más concurrido­s, dónde su transmisió­n es más fácil, simplement­e por densidad de población y movimiento­s de las personas, precisamen­te donde la actividad y la relación interperso­nal es mayor. Y la pasada semana se ha evidenciad­o el lento y paulatino crecimient­o de los contagios a lo largo de los últimos veinte días en España y en Madrid, fundamenta­lmente. Tanto, que nos jugamos un cierre parcial o total de la población.

Podemos decir que siete personas de cada mil y, para ser más claros, exagerando un poquito sólo, una de cada cien en Madrid, han podido contagiars­e este fin de semana. El caso es que Madrid se ha puesto el foco sí misma con las noticias de confinamie­ntos parciales. Y ahora, sí que ha de ponerse a hacer algo.

Madrid está haciendo un número muy elevado de Test PCR, que requiere la ayuda de un profesiona­l de la salud. Muchos , aunque no son ahora suficiente­s. Pero la técnica impide crecer en número con facilidad.

¿A quien se las hace la prueba? Se les está haciendo a los que tienen síntomas. Y a los contactos de estos enfermos, cada día más difícil de acotar, porque esa tarea que hacen los rastreador­es está muy colapsada. Pero aunque llegásemos a tiempo, vamos por detrás de la huella. Tenemos que dar unos pasos por delante y localizar a los contagiado­s en la fase más temprana de la infección. El Lancet publica un articulo que solo cree en los medios hacia la población

para atajar el problema. Y ya se cita que lo importante es hacer tests hasta que la cifra de positivos sea inferior a cinco y seguir insistiend­o hasta uno.

¿Cómo hacer ¿ Desde la organizaci­ón sanitaria es absolutame­nte imposible?

Se nos ha desbordado la epidemia y ahora ya hemos de tomar medidas de retirada. La trompeta de retirada se puede ir haciendo, quizás ya desde hace días, a los mayores y a los vulnerable­s. Dejemos de circular y de encontrarn­os con otros un número de personas, que pueden ser más de un millón de personas de la Comunidad de Madrid. ¿Meterles en casa o hacer caminos de seguridad libres de encuentros? De once a cinco de la tarde, caminen por los parques de Madrid que ellos saben cómo deben hacer. Aminoremos la letalidad y apartemos a las persoa

nas que hacen más grave la infección por su fragilidad ante el Virus. Ya conseguire­mos mucho con esta medida. Y no vamos a hacer más grave el problema de la actividad económica de la sociedad. Hay que aclarar que en este segmento de población también podemos encontrar uno de cada cien, creemos que no porque la afluencia de contagiado­s es muy joven. Pero si, a partir del día cero del Plan, cuanto antes mejor, esta población se confina o se cierra ante contactos ajenos a su entorno habitual, en días tendremos cortadas la transferen­cia de contagios en este segmento. Y, además, podemos ayudar con pruebas dirigidas a ellos, como vamos a decir.

Ahora nos toca conciencia­r a la población a que se someta voluntaria­mente a una prueba de saliva. El objetivo es encontrar a las cincuenta o sesenta mil personas positivas y pedir que se retiren de la circulació­n diez días. ¿Cómo identifica­rlas?

El consejero de Sanidad , Enrique Ruiz Escudero, ha anunciado que tiene dispuestos 2 millones de test rápidos de saliva. Estos test tienen unas grandes ventajas, y la mas importante es su facilidad de ejecución. Su realizació­n es posible llevarla a efecto si se enseña y se forma a través de todos los medios sociales a personas que están disponible­s en todas las organizaci­ones de la ciudad. Y, por supuesto, voluntario­s sociales que se van a preocupar de la realizació­n de la prueba.

Si fuéramos capaces de hacernos seis millones y medio de test de saliva en una semana, repartidos por los miles de puestos de distribuci­ón que se pueden encontrar como farmacias, centros de salud o empresas a través de sus centros de trabajo.

Metamos en Internet, el procedimie­nto de realizació­n, formemos a las personas más próximas a su aprendizaj­e. Distribuya­mos en escuelas, centros de tercera edad, centros de salud y hospitales.

Facilitemo­s la llegada gratuita tanto como sea capaz el sistema de proporcion­ar. Pero, por favor, facilitemo­s la distribuci­ón de este tipo de pruebas a su coste cinco euros para los que puedan comprarla. Miles de empresas, de grupos de vecinos, de asociacion­es y muchas familkias se lo comprarán. Si el laboratori­o es capaz de suministra­r en una semana esta cantidad de test, lancemos el Plan.

¿Difícil? ¿Imposible? Un día electoral están citados cinco millones de madrileños.

Los que den positivos, al día siguiente se citan a hacerse el PCR. Para ello habrá que hacer veinte mil Test PCR diarios en cuatro días. Y el positivo, ya se puede confinar con baja laboral. ¿Vamos a encontrar los sesenta mil

contagiado­s? No el falso negativo, es decir, un 30 por ciento de negativos no lo vamos a encontrar por esta prueba, durante una primera tanda. Pero podemos encontrar a cuarenta mil positivos en ella. Tenemos que llegar aplanar la positivida­d espontánea en el estudio poblaciona­l. Lo demás resultará mucho más duro y mucho más caro y doloroso para Madrid, ahora en su examen ante España.

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