Protestas a golpe de cacerolada por el cierre de la hostelería murciana
Unos 300 empresarios, trabajadores y proveedores de la hostelería de la Región de Murcia protestaron ayer ante la sede del Gobierno autonómico, que decretó un nuevo cierre del sector ante el incremento de la incidencia del coronavirus, para exigir un plan de rescate que evite la «muerte económica» de otros 1.300 negocios.
Convocados por la patronal Hostemur, muchos de los asistentes portaban utensilios de cocina, como ollas, cazos, sartenes y tapas, para organizar una cacerolada, que duró media hora bajo el lema «SOS Hostelería. Nos tienen que oír». «Nosotros hemos cumplido; os toca a vosotros» se leía en una de las pancartas desplegadas en la concentración.
El presidente de la patronal regional de la Hostelería Hostemur, Hostemur, Jesús Jiménez, exigió que «si nos tienen que cerrar también nos eximan del pago de los impuestos ya que la situación del sector es insostenible».
Así, calificó de «indignante» el tercer cierre decretado por el Gobierno regional y que afecta a los negocios de restauración de los 36 municipios que se encuentran en riesgo de extremo de contagios por coronavirus.
Denunció el «abandono total» por parte del Gobierno regional, a cuyos responsables criticó su «improvisación» a la hora de decretar medidas «de un día para otro» para atajar la tercera ola.
«De aquí al verano el 30 por ciento de los negocios se verán abocados a la ruina y al cierre» una tendencia que «continúa con los 1.700 locales que ya han cerrado en el pasado año».
A la protesta también acudió CROEM y miembros de Vox.