«¿Crisis? Nos hemos arruinado ya varias veces»
SIDONIE Presentan en Inverfest hoy, por última noche, «El regreso de Abba», un disco que es también la banda sonora de un libro
El disco es en realidad un viaje literario expandido hacia un universo sonoro. Nos explicamos. Marc Ros, cantante de Sidonie, estaba escribiendo una novela en la que el protagonista, un músico de medio pelo, obviamente escribe canciones. Ahora mismo el destino del músico nos trae sin cuidado, no nos despistemos. Lo importante es que Ros decidió escribir esas canciones realmente (no solo en la novela) y que puedan ser tocadas por su banda. Hoy Sidonie presentan las canciones de «El regreso de Abba», álbum que, para no liarnos, lleva el mismo título que la novela de Ros, que nos atiende antes de los conciertos.
–Como ya hablamos en su momento, atravesó por grandes padecimientos escribiendo el libro. Duchas de agua fría, posesiones de su psique por los personajes y meditación trascendental entre otros males de la creación.
–(Risas) La verdad es que me tranquiliza mucho cuando la gente compra y lee el libro. Estoy más relajado y solo trato de superar mi ira. Que estamos todos muy tensos.
–¿Se refiere a la situación político-sanitaria?
–Claro, porque mi trabajo es tratar de hacer feliz a la gente. Le sienta genial a mi cuerpo hacer el bien. Pero ayer miré los comentarios de la actuación de Nathy Peluso en televisión, algo que no suelo hacer. Eran un espectáculo vergonzoso. Me sentó fatal leer tanto odio y rabia. Y no comprendo cómo puede pensar la gente que canalizando la mala leche hacia otros uno se siente mejor. Eso es falso, sienta mal, te vuelves más feo y es poco saludable.
–El odio hay que detectarlo y evitarlo.
–Necesitamos espacio para respirar, abrir la mente y que entre aire fresco. La situación es muy difícil, pero meterse en las redes sociales y sacar más bilis no es la solución, solo lo empeora.
–Una actuación no te gusta y es legítimo, pero, ¿por qué hay que insultar?
–Es como los celos. El que es celoso, prepara un veneno para otro pero se lo toma él mismo. Lo que haces con esos comentarios es hacerte infeliz a ti mismo. A la artista no la perjudicas, en todo caso, le das más visibilidad y relevancia. En cambio, me gustaría saber cómo se siente la gente después de hacer un comentario así. No creo que mejor.
–¿Lee los que hacen a Sidonie?
–Lo leemos todo, y sería maravilloso que todo fuera bueno y bonito, que dijeran lo guapos que somos. Pero, por otro lado, y esto no lo comparto con el resto del grupo, a mí me gustaría tener más «haters», porque es sinónimo de que nos va bien. De todas formas, en general son muy buenos y hasta los críticos se han portado bien. Se valora el riesgo y el concepto.
–Entre los fans del grupo está Enrique Vila-Matas... –Pasamos semanas tratando de
definir lo que habíamos hecho y el tío dijo que era literatura expandida. Lo clavó. Yo no me creí si el libro tenía valor hasta que él y Milena Busquets lo dijeron.
–La inseguridad...
–...te mantiene alerta. No sé por qué sigo poniéndome tan nervioso antes de un concierto, pero tengo miedo de olvidarme de la letra, desafinar... Trato de que no sea enfermizo, pero no puedo vivir con estos nervios.
–¿Disfruta pese a las circunstancias sanitarias?
–El problema es la comunicación, porque si te tapan la boca no ves la expresión de una persona. Eso que siempre se ha dicho de que los ojos o la mirada son el espejo del alma ha resultado ser una mentira. Y se han gastado litros de tinta con ello. En broma decimos que si se mueven los glúteos encima de la silla es que lo estamos haciendo bien. Podríamos haber optado por quedarnos en casa, pero optamos por salir aunque no vayamos a ganar dinero, ni un duro, de hecho, pero un grupo tiene que tocar.
–Lo dice como si tal cosa, pero currar sin ganar dinero...
–Bueno, cuando nos hablan de crisis... ya hemos palmado pasta y nos hemos arruinado dos o tres veces con Sidonie. Nos hemos enfrentado a la crisis de la industria discográfica, a la de 2008... Llevamos toda la carrera así. Nos vale con pagar a nuestros técnicos, que esta gente tiene que comer y queremos que sigan con nosotros cuando podamos volver a ganar dinero.
–No deja de parecerme desolador.
–La experiencia nos dice que hay que tener paciencia, que no hay otra. No sé cómo haría si fuese en solitario, pero, bueno, siendo un grupo nos animamos.
–¿Qué crítica les molesta?
–Quizá me ha afectado que se diga que somos el grupo erótico festivo y hedonista, que sí que lo somos, aunque también contamos otras historias. No hay más que escuchar las letras.
DÓNDE: Teatro Coliseum. Madrid. CUÁNDO: hoy, 19:00 horas. CUÁNTO: desde 27 euros.
«No comprendo cómo la gente canaliza su odio en las redes. Es como los celos: un veneno que sirves y te bebes tú mismo»