Rebecca Solnit evoca el San Francisco de la permisividad
Rebecca Solnit, una dinamitera. Descubrió que las cuerdas vocales servían para hablar. Una ventaja evolutiva a la que sumó otra: la inteligencia. El mundo no está para hacer la pelota. Existe para que escuche la verdad. Y ella lo hace. Ahora saca sus memorias: «Recuerdos de mi inexistencia» (Lumen). Unas páginas sinceras como un ladrillazo. Están ambientadas en el San Francisco de la década de los años 80, cuando la ciudad era una capital de la permisividad. «Antes estaba orgullosa de vivir en esa ciudad porque sucedían cosas impormás tantes. Se podía protestar, cuestionar la política, y se daba cabida a la mujer. Era salvaje. Tenía un componente latino y asiático muy fuerte. Fue el centro de la liberación gay, pero ha cambiado. Hoy somos la capital de la distopía tecnológica. Silicon Valley nos ha absorbido. Se ha expulsado a las minorías. Ha perdido su alma y su corazón. Es carísima. Una ciudad menos amistosa, menos agradable». Para ella se ha perdido una ocasión. «La tecnología hubiera podido servir para beneficiar a la sociedad en su conjunto, pero se ha desarrollado como una suerte de monstruo del capitalismo implacable. Ni la Stasi ni el FBI habían soñado con la capacidad para vigilar las vidas que tienen Google o Facebook».
Solnit reclama asimismo que las mujeres se comporten de una manera más sincera, «no como en las series», y reconoce durante la presentación de la obra que «sabíamos que el ataque al Capitolio iba a comenzar, porque cuando se reunieron más de doscientos hombres violentos ahí delante, nos lo imaginamos». Solnit, en cuyo rostro resulta imposible reconocer el pesimismo o el optimismo, también señala que «los desastres, como el de esta epidemia, revelan lo más fuerte y débil en una sociedad. La gente ha sido solidaria en todo el mundo. He visto cómo la pandemia ha ayudado a conseguir la igualdad en las casas porque los niños están en ellas y muchas parejas se han repartido las tareas, aunque ellas aún siguen teniendo, en este aspecto, una carga mayor».