CÁNCER DE PRÓSTATA (III)
HayHay nuevas pruebas moleculares y se han propuesto diferentes biomarcadores en la sangre y la orina para identificar a los hombres con cáncer de próstata significativo. Estas herramientas que incluyen el PSA, otras proteínas e información clínica, pueden identificar cánceres clínicamente significativos con mayor precisión que el PSA por sí solo y disminuir el riesgo de sobrediagnóstico. Su integración con herramientas como la resonancia podría reducir el número de biopsias innecesarias sin aumentar el riesgo de no diagnosticar una enfermedad significativa.
La biopsia de próstata se realiza si el PSA es muy alto, si hay un resultado sospechoso de un tacto rectal, un aumento rápido del PSA o una sospecha en la resonancia. La biopsia es la única prueba que puede confirmar un diagnóstico de cáncer. Hay polémica sobre si se están realizando demasiados PSA para la detección temprana de este tumor. Algunos médicos y sistemas de salud se muestran reacios a recomendar esta prueba por el sobrediagnóstico que se define como la detección de una enfermedad en hombres que no experimentan ningún síntoma en el momento de la detección, y que no desarrollarían ningún síntoma durante su vida. Se ha estimado que el riesgo de sobrediagnóstico puede llegar a ser el 40% en la detección de este cáncer, dato muy significativo dado el lento desarrollo de la enfermedad en sí. Este dato es muy relevante, en particular en los hombres con una menor esperanza de vida o en aquellos con valores de PSA más bajos, donde el efecto del tratamiento es limitado.
Aunque el examen del PSA reduce el riesgo de mortalidad, su inconveniente es el número de biopsias innecesarias, unido a la detección de cánceres insignificantes, que dan lugar a tratamientos excesivos que no aportan beneficio al paciente.