Es hora de ayudar a los autónomos
SiSi hay una tierra para mi importante esa es sin duda Andalucía. Ha sido la tierra que me vio nacer, en la que crecí, en la que tuve a mis hijas y donde se están criando. Yo empecé aquí hace más de 20 años como autónomo y sin duda las cosas han cambiado mucho. Poco a poco se han ido consiguiendo cosas que hacen que ser autónomo sea más fácil, más rápido y más barato. Pero a día de hoy, la situación es complicada. Hay un agotamiento psicológico, que sin duda es el peor de los agotamientos, financiero y económico. Andalucía cierra 2020 con cerca de nueve mil autónomos más, lo que supone un crecimiento del 1,7% frente al 0,1% a nivel nacional. No ha habido pérdida de autónomos gracias a la prestación por cese de actividad, a la que actualmente están acogidos más 65.000 autónomos en Andalucía. No cabe ninguna duda de que el tan ansiado crecimiento económico va a ir ligado a la evolución de la pandemia a lo largo de los próximos meses y al número de vacunas que seamos capaces ir poniendo. En todo caso, este crecimiento será de en torno al 5% o incluso inferior. También será fundamental la concertación, acuerdo y consenso entre todos los interlocutores sociales con el resto de las Administraciones. En lo que somos menos optimistas es en las previsiones en cuanto al empleo. Todo apunta a que si no hay un giro de 180 grados, muchos de los trabajadores que hoy están en ERTE acabarán convirtiéndose en despidos. Es fundamental que el tejido empresarial tenga confianza. En todos estos meses, he echado de menos un verdadero diagnóstico de la situación por parte del Gobierno. Clave este año será también la recuperación de la temporada turística, fundamental para poder iniciar una reactivación de la economía andaluza, donde ha quedado patente la grandísima importancia de este sector en toda la comunidad. Lo que necesitan hoy los autónomos es lo que están haciendo en países como Inglaterra o Francia, que han dado diez mil euros a cada hostelero para intentar compensar todas las pérdidas que están teniendo. Además de, por su puesto, mantener como aquí los ERTE, aplazamientos... Es decir, necesitamos ayudas directas al tejido empresarial. Las compensaciones hacia los sectores más afectados, que se sabe perfectamente cuáles son. Son empresas y actividades viables, que dadas las circunstancias se han visto en una situación delicadísima, pero a las que no podemos dejar morir. Ayudemos al valiosísimo tejido empresarial que conforman autónomos y empresas y saldremos de ésta. Si a los autónomos les va bien, a España le irá bien.