Guerras
Gaston Bouthoul (1896-1980) fue un economista, sociólogo colonial y polemólogo, nacido en Túnez y nacionalizado francés, cuyo original pensamiento está muy olvidado. Cuenta con la peculiaridad de pertenecer a una tradición sociológica no durkheimiana. Creó una sociología especial de las guerras que bautizó en 1945 con el neologismo «Polemología». Escribió obras como «Ocho mil tratados de paz, cien millones de muertos» o «El infanticidio diferido». Decía que las guerras son el medio que utilizan los Estados para imponer su voluntad, pero que en el fondo el impulso agresivo es una suerte de «epidemia psíquica» que se apodera de todos. Porque el estado belicoso es general y profundo. Una suerte de «aceptación y aprobación» de la violencia misma. Él fue testigo de una época en que la guerra aún era admitida por la opinión pública de la mayoría de los países del mundo. Ahora, el concepto «guerra» está en decadencia. Antaño, se soportaba con naturalidad «la idea del sacrificio general», aunque fuese difícilmente asumible el propio de cada individuo.
Hoy, el sufrimiento común resulta intolerable, ya nadie admite «un periodo de violencia y destrucción» como algo inevitable. Sin embargo, otras violencias están germinando de un modo sordo, de baja intensidad, y permean a todos los estamentos de la sociedad de forma fulminante. Los Estados (occidentales, que presumen de avanzados) ya no codician pozos de petróleo, ricas minas, esclavos o salidas al mar. Tampoco precisan llevar a morir al excedente poblacional de hombres jóvenes, al contrario: éstos escasean. Aunque, en aquellos países donde sobran, los lanzan a la migración, que es otra guerra más profunda pero sutil, porque no cuenta sus muertos, y por tanto parece que no exista. Porque…, sí: la guerra como «actividad dilapidadora» ha dejado de tener defensores. Pero hay muchos otros tipos de guerras encubiertas que siguen siendo tentadoramente lucrativas.