Viscoso y peligroso
Un nuevo estudio hecho a raíz de la erupción del volcán Kilauea en 2018 plantea la posibilidad de guiarse por la viscosidad del magma para calcular cómo se desarrollará una erupción y, por lo tanto, su peligrosidad. Los magmas más viscosos retienen gases con más facilidad, haciendo que la presión aumente. Ahora, por primera vez, se ha conseguido medir la viscosidad antes de la erupción.