La Razón (Levante)

Y Vinicius se los comió

En el Real Madrid destacan la profesiona­lidad del brasileño para convertise en una estrella del equipo y cómo dedica mucho tiempo a mejorar su remate. Es muy cuidadoso con la alimentaci­ón y con el descanso

- José Aguado -

No fue en una arrancada hacia el área, ésas en las que Vinicius es casi un cometa y se oye el grito ronco de Casemiro: «Va, Vini, va», o la voz de Sergio Ramos desde la grada: «Dale, Vini, dale». No, no fue en una de esas jugadas cuando se dijo la frase que resumió el partido del brasileño contra el Liverpool y también la confianza que tienen ya sus compañeros en él. No, la jugada ocurrió en el campo del Madrid, en la banda donde estaba Klopp de los nervios, en un balón sin peligro, que se iba fuera y que se convirtió en una pelea entre Vini y un jugador rival. Se picaron y el joven brasileño no se echó hacia atrás. Se creció y fue ahí cuando se oyó de nuevo la voz del capitán, Sergio Ramos, desde la grada: «¡Te lo comes, bicho!, ¡te lo comes!», gritó.

Porque Vinicius va sobrado de personalid­ad y no se arruga nunca ni ante los rivales ni ante el público o ante sus errores. Si falla una ocasión clara, va a por la siguiente sin miedo; si las cámaras desvelan una conversaci­ón de Benzema en la que no le trata excesivame­nte bien, lo soluciona dándole un pase decisivo en el partido siguiente. Este verano cumple 21 años pero ya parece que lleva toda una eternidad en el Real Madrid, donde ha vivido de todo y donde no se puede negar un progresión que empieza a confirmar el esfuerzo económico que hizo el club blanco cuando sólo era un adolescent­e que destacaba, y mucho, en Brasil.

Aprende cada día, pero a diferencia de otros jóvenes, él aprende mientras resuelve los partidos más complicado­s, y se convierte en la solución a los problemas de ataque del Madrid en los días espesos y en un arma decisiva cuando el rival ataca y encierra a los de Zidane. Con Vinicius, el enemigo viven con miedo a que en cualquier momento le puedan clavar un puñal por la espalda. Contra el Liverpool todo el mundo sabía que iba a ser la gran amenaza del conjunto blanco porque lo lleva siendo toda la temporada pero, como sucede con los grandes futbolista­s, los de Klopp fueron incapaces de detenerlo.

Ha mejorado en el remate porque Zidane insiste, a él y a todos los compañeros, que un jugador que mete goles entra en otra galaxia y Vini dedica a eso más tiempo que antes, con, por lo visto, excelentes resultados. No es un delantero brasileño de los de antes, que veían en el fútbol una diversión. Para Vini es una profesión y triunfar en el Madrid, un destino. Por eso entrena los remates y cuida su alimentaci­ón y su descanso como sólo hacen los veteranos que han madurado.

Como comparten banda, quien más le buscó el miércoles fue Mendy, que le suele poner balones en largo para que corra, aunque sin precisión; después, Casemiro, que es quien le cuida, quien le aconseja y quien le dice lo que tiene que hacer en el campo. Si se oye un «va», Vini ya sabe que tiene que correr sin mirar atrás, pero además le corrige y le ayuda a posicionar­se. También lo hace Zidane, a quien Vini corrió a abrazar tras marcar el segundo tanto. El francés sabe que se encuentra ante un futbolista distinto e intenta manejarlo. A veces, le da protagonis­mo, pero otras, no cuenta con él.

Sin embargo, cada vez parece más decidido a dar a Vinicius un papel principal en este equipo. Falta por ver cómo actuará Zizou cuando Hazard esté listo. Hasta ahora, el belga tenía más galones, por su pasado y porque es un futbolista más hecho o más completo que Vini. En principio, luego las cosas han ido cambiando.

A veces hay que decirle a quién marcar en un saque de banda rival, porque no lo tiene claro. Lo que es innegable es que Vini escucha, hace lo que le piden y crece. Benzema es el tercero que más pases le dio en el choque de Champions. Kroos sólo le pasó cuatro veces, porque le pilla lejos, pero los pases del alemán no es que sean escasos, es que son decisivos. Contra el Liverpool sucedió algo parecido que contra el Barcelona: Toni le dijo donde tenía que ir y ahí le puso la pelota.

Hay una teoría que lleva tiempo sobrevolan­do el entorno del Real Madrid y que dice que Vinicius sería la mejor moneda de cambio para abaratar el fichaje de Mbappé. No es la primera vez que el PSG pregunta por el brasileño, pero cuando lo ha hecho desde el club blanco siempre se ha contestado lo mismo: no hay nada que negociar, porque Vinicius es una de las bases del equipo del futuro y ya del presente.

En Onda Cero preguntaro­n a Valdano hace días si lo cambiaba por Mbappé y dijo sin dudar que sí. Después de lo que hizo el martes contra el Liverpool la respuesta ya tenía más matices: «Creo que Mbappé está a otro nivel de madurez que Vinicius, pero las posibilida­des de Vinicius en un futuro son muy grandes. Cambiaría a Vini por Mbappé pero igual en dos años me arrepiento», reconocía.

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EFE
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Vinicius fue con Zidane a celebrar el tercer gol del Real Madrid en el partido de Champions contra el Liverpool

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