Incertidumbre en la concertada por la supresión de unidades
Exigen a Marzà saber los conciertos que van a renovarse para comenzar la planificación
El próximo curso escolar será el primero con la nueva ley de Educación, la Lomloe o «Ley Celaá», ha eliminado el concepto de demanda social dejando la supresión de unidades al criterio de los Gobiernos autonómicos. Con esta amenaza de fondo y con unas tasas de natalidad en descenso, el sindicato independiente de enseñanza FSIE reclama a la Conselleria de Educación que mantenga el número de unidades concertada o las incremente de cara al curso escolar 2021-2022. Critican además que los centros no tengan información sobre la renovación de los conciertos, dato «necesario para proyectar su futuro después de un año que ha sacudido los cimientos de cualquier centro educativo y que necesita para reordenar sus plantillas, sus aulas y sus infraestructuras».
Por estos motivos solicitan a la Conselleria que dirige Vicent Marzà, que tenga en cuenta la oferta de los centros concertados, la estabilidad del profesorado y la red de unidades de dos a tres años.
Además, señalan que durante este curso se han realizado grandes esfuerzos académicos y personales en los centros educativos para mantener el motor de la educación en marcha y demanda a la Conselleria «sensibilidad» con la situación que atraviesan los centros como consecuencia de la pandemia.
«Esperamos que se respeten los conciertos para que los centros puedan volver a la normalidad sin sobresaltos», indican desde el sindicato, que espera que se respeten «los principios de demanda social, libertad de elección e igualdad de oportunidades».
Otro punto relevante son los puestos de trabajo de los docentes y miembros del personal administrativo y de servicios, por lo que han reclamado que se pongan en marcha medidas para que el arreglo escolar «permita salvaguardar la estabilidad laboral de todos los profesionales, de los menores y de sus familias» y evitar «añadir incertidumbre, sufrimiento y complicaciones a unos centros que han estado a la altura en curso más complicado de la historia».
Por otra parte, el FSIE reclama «empatía» con la situación de las escuelas infantiles de cero a tres años, uno de los sectores más afectados por la pandemia, por lo que urge a la Conselleria a asegurar el futuro de estas escuelas, ya que han ayudado «a mantener la conciliación laboral y familiar para que la cadena social no se rompiese».
El sindicato propone extender la gratuidad en la oferta de unidades educativas de dos a tres años y se tenga en cuenta a las unidades de las escuelas infantiles privadas, susceptibles de ser concertada.
FSIE reclama que se tenga en cuenta la actual red de centros de infantil para garantizar la gratuidad de esta etapa educativa