EN CONTRA
Sus campañas dejaron atrás un millón de cadáveres con el pretexto de extender ideas liberales que tampoco eran tales: misógino y totalitario, Napoleón no encarnaba los valores de la democracia.
Defensor de la uniformidad cultural
En la Francia de hace dos siglos había tantas culturas y diversidad como en la España de hoy. Napoleón las erradicó todas en favor de un espíritu centralista y personalista, claro, en su propia figura.
El gran «misógino» y un dictador sanguinario
Sus campañas militares, especialmente la rusa, fueron despiadadas y envió a sus propias tropas al suicidio. Un millón de personas perecieron por sus órdenes. Restableció la esclavitud en 1802 y fue «el gran misógino» de la historia.
Más que «grandeur», arrogancia
El primer «influencer», el adicto a sí mismo.