«800 metros» de duelo y periodismo
► Elías León Siminiani vuelve a Netflix tras «El caso Alcásser» para intentar arrojar luz sobre los atentados de Barcelona y Cambrils del verano de 2017
NachoNacho Carretero se ha granjeado a pura letra la fama del periodista riguroso, de raza. Elías León Siminiani, una de las mentes más brillantes del panorama documental español, es la reflexión y el proceso, un alfarero audiovisual. Sentados, uno al lado del otro en el marco del Festival de Málaga, periodista y director se encuentran, quizá, en un diagrama de Venn que habla de los contadores de historias. La que han puesto en común, con pulso de novela y didáctica de cine, se estrena este fin de semana en Netflix y nos lleva hasta uno de los episodios más negros de la historia de España: «800 metros» es una serie documental, de tres episodios que rondan la hora de duración, sobre los atentados terroristas de Barcelona y Cambrils que tuvieron lugar el 17 de agosto de 2017.
«Mi interés narrativo vino por la singularidad que había en esos terroristas respecto a otros hechos parecidos en Europa. De alguna manera, los miembros de esta célula célula rompen el estereotipo del terrorista como alguien marginal, excluido. Estamos ante una comunidad pequeña, aparentemente idílica, con jóvenes catalanoparlantes que tenían trabajo desde hace tiempo, con un futuro por delante. Me interesaba que no se pudiera dar la explicación rápida y la más perezosa, la de que eran miembros aislados que nunca se llegaron a integrar», explica León Siminiani antes de que Carretero hable de una de las tesis del documental, esa que nos lleva a la legitimidad del duelo por alguien que ha causado tanto dolor: «Periodísticamente, fue de lo más interesante para mí. Desde el punto de vista moral del documental, las víctimas son el centro de la narración, pero desde lo narrativo, acercarnos al entorno de los terroristas fue muy interesante. Ahí aparecieron los miedos, las contradicciones y todo eso que cuesta entender porque es muy complicado de procesar. El duelo ilegítimo, de nuevo, esa tristeza por alguien que era tu amigo, tu vecino, tu amigo, pero también era un terrorista que acabó con la vida de muchos inocentes. Se sentían doblemente mal. ¿Se puede evitar estar triste? ¿Se tiene que evitar?», se pregunta el investigador.
Gracias a la depurada técnica narrativa de León Siminiani, que consigue construir una cronología didáctica pero no paternalista sobre el fatídico recorrido de la furgoneta por Las Ramblas, «800metros» se convierte en contexto, pero también en una sucesión ordenada de rostros y hechos clave. La serie documental, además, es una especie de mirada tras bambalinas de lo que significa una investigación de este calibre: «Sentí la necesidad de poner a los periodistas en primer término en un momento en el que el periodismo de investigación, está en fase de mutación por su contacto con otras disciplinas, pero también en precarización porque no se financia con el tiempo y dinero suficientes. Qué mejor manera de hacer explícito lo cronológico que dejar que el espectador también sea parte de ese proceso», añade el director justo antes explicar en tono de broma que, un Carretero que se confesaba dubitativo respecto a aparecer en pantalla, le pidiera un mes para hacer dieta si le quería usar como un «actor» más del documental.