Desmedido afán recaudatorio
Hay una pulsión insaciable en el Gobierno por engordar las arcas del Estado. Nada es suficiente, pese a todo, porque el gasto público de la izquierda resulta igualmente más que excesivo. Incontrolado. La inflación es una losa para los españoles, pero la caja estatal se está beneficiando de que los precios sean tan elevados. Hacienda ya ha recaudado con los carburantes más del doble de lo que le cuesta la bonificación a las gasolinas. Y no piensa aflojar el dogal sobre las economías familiares y empresariales. Como adelanta LA RAZÓN, el Gobierno cuenta entre sus planes aprobar el nuevo impuesto de hidrocarburos en plena crisis energética y mantiene su decisión de equiparar el diésel a la gasolina, que en la práctica supondrá un aumento de la factura. Los españoles sufren para llegar a fin de mes y es un despropósito redoblar la presión fiscal, pero en Moncloa están decididos a exprimir a la gente.