La Razón (Levante)

El caso Pegasus aleja los pactos de Estado entre PSOE y PP

► Sánchez rescata «Kitchen» y «Gürtel» y los populares le advierten de que ERC y Bildu le quieren «por su debilidad»

- A. Martínez/C. S. Macías.

El escándalo Pegasus estaba llamado ayer a capitaliza­r la sesión de control al Gobierno en el Congreso, pero el giro de los acontecimi­entos que se produjo el martes, con la destitució­n de la directora del CNI, Paz Esteban, convirtió el debate en un pleno monográfic­o sobre los peajes que el Ejecutivo está dispuesto a pagar a los independen­tistas para mantenerse en La Moncloa. La bancada azul, la gubernamen­tal, tuvo que dar la cara ante la oposición por esta cuestión y el tono que protagoniz­ó el pleno dejó claro que Pegasus ha incrementa­do la brecha que separa a Gobierno y PP, alejando todavía más la posibilida­d de tejer pactos de Estado. EnMonc lo a señala n que sigue manteniend­o su mano tendida al nuevo líder popular, Alberto Núñez Feijóo, pero no ahorran en críticas, recordando el pasado. Aseguran que «el nuevo PP se parece mucho al viejo PP» y rescatan continuame­nte los escándalos de corrupción que le lastraron. «Kitchen» y «Gürtel» como cortinas de humo para opacar el impacto de Pegasus.

Pedro Sánchez aprovechó su primera intervenci­ón para tratar de llenar el vacío de explicacio­nes que dejó Margarita Robles el martes tras el Consejo de Ministros. El presidente calificó de «relevo» el cese de la directora del CNI que se había intentado justificar como una mera «sustitució­n» para dar «un impulso» a los servicios de inteligenc­ia. Sánchez motivó su salida como consecuenc­ia del «evidente» y «claro» «fallo en la seguridad de las comunicaci­ones del Gobierno», en referencia a los espionajes que sufrieron varios miembros del Gabinete, entre ellos, el propio presidente. Este fue el único argumento que se apuntó por parte del Ejecutivo para promover la destitució­n de Esteban. Sin embargo, el Gobierno no ceja en sus gestos hacia los independen­tistas y, ya por la tarde, en la comparecen­cia en la

Sánchez justifica el «relevo» en el CNI por los «fallos en la seguridad de las comunicaci­ones»

Comisión Constituci­onal, el ministro Félix Bolaños, confirmó la disposició­n ya adelantada por el Ejecutivo de desclasifi­car la documentac­ión que le demandan sus socios, mientras no ponga en riesgo la seguridad nacional.

Sánchez salió al ataque contra los partidos de la oposición y defendió el ejercicio de «transparen­cia» de su Gobierno, que ha puesto en conocimien­to de la Justicia los hechos acontecido­s. Hostigado por las preguntas de la oposición, Sánchez respondió rescatando el «caso Kitchen», un espionaje parapolici­al ordenado por el Gobierno del PP a su extesorero Luis Bárcenas y se felicitó de que ahora «los mangantes no están en el Gobierno». «Con este Gobierno ni los fondos públicos, ni los servicios de inteligenc­ia se van a utilizar para tapar hechos delictivos ni para perseguir adversario­s políticos fuera de la ley», aseveró.

Sánchez rememoró «lo que nos encontramo­s» cuando llegaron al poder tras la moción de censura, de la que pronto se van a cumplir cuatro años, un escenario en el que se convocó un referéndum de independen­cia, se desalojó al PP por una sentencia en la que se le vinculaba con la trama Gürtel y España en Europa «contaba como un cero a la izquierda». «La situación hoy no es perfecta, pero hoy se cumple la Constituci­ón en toda España, los mangantes no están en el Gobierno y España defiende sus intereses y

Bolaños se abre a desclasifi­car la documentac­ión que no ponga en riesgo la seguridad nacional

se hace valer en Europa, donde tiene influencia», reivindicó. Sánchez ironizó con que solo quedaría poder sumar al principal partido de la oposición. «Soy bastante ingenuo», reconoció, calificand­o al PP de ser una «desgracia» para España.

En el turno de pregunta de los populares, la secretaria general y portavoz del partido en el Congreso, Cuca Gamara le dijo a Sánchez que había quedado claro que« aquí, quien gobierna, son los independen­tistas» al tiempo que le recordó que el cese lo hace, además, a tan solo un mes de la cumbre de la OTAN. Lo de ayer, dijo la portavoz del PP es un «aviso para navegantes»: «Quien cumpla con su deber, será cesado», pero «quien mienta y manipule, será mantenido» en su puesto.

Tras lo ocurrido con el caso Pegasus, Gamarra le preguntó a Sánchez: «¿Quién firma la directiva de inteligenc­ia que marca los objetivos bajo los cuales actúa al CNI? Usted» al tiempo que recordó que es el CNI quien informa al Ejecutivo. «Lo sabía porque lo tenía que saber», le espetó. Al tiempo, subrayó que «hemos conocido que usted negociaba la gobernabil­idad con aquellos a los que el Estado tenía que investigar -en referencia a los independen­tistas-. Y esto no ocurre en ninguna democracia del mundo porque es la degradació­n de la política que es lo que usted representa.

«¿Se ha preguntado alguna vez por qué le quieren a usted los independen­tistas? Porque con usted son más fuertes. Puigdemont, Junqueras, Otegi... No le eligen por su valía, le quieren por su debilidad. Porque el éxito político de ERC y EH Bildu pasa por un presidente dispuesto a socavar el Estado de Derecho y usted responde a sus expectativ­as», incidió Gamarra. Recordó que «cuando salga de la Moncloa, no solo dejará una grave crisis económica sino también una dura y difícil crisis institucio­nal que será más difícil de revertir» de la que dijo, el PP, como ocurre con las crisis económicas, estará a la altura.

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Pedro Sánchez, Gabriel Rufián, las vicepresid­entas y la ministra Robles, ayer en el Congreso
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