Miedo y asco en la bahía del Guadalete

«La maniobra de la tortuga» lidia con la violencia de género desde el thriller

EnEn la nueva película de Juan Miguel del Castillo que protagonizan el francés Fred Tatien y Natalia de Molina, conviven, a su vez, otras dos: una sobre un hombre roto, destrozado por los recuerdos de una vida que le arrebataron hace tiempo y al que no hay redención que le pueda hacer justicia; y otra, más descarnada y cercana a la filmografía del director, que nos habla sobre la soledad de una víctima, sobre todo, cuando se encuentra en un estado pavloviano de alerta. Así, en la adaptación cinematográfica del libro homónimo de Benito Olmo, del Castillo se las arregla para que ambas historias transpiren, se agobien y hasta se mezclen, entre el miedo y el asco, en la bahía del Guadalete.

Un rodaje complicado

«Lo primero que sentí fue alegría, claro que sí, pero lo segundo era desasosiego. Como un “¿y ahora qué?” muy grande. Nunca lo había sentido. Se me vino encima una sensación de temor a defraudar. Cuando empezamos a rodar, de hecho, estuve dos semanas pensando que me iban a echar», confiesa Tatien sobre su elección para el rol principal, el de un detective de Cádiz que se obsesiona con la desaparición de varias jóvenes y la relación del caso, claro está, con uno de esos «cortijeros» de la zona: «Del Castillo, que sabe que no soy nada deportista, me convenció y me introdujo en el mundo de las coreografías. Pero, claro, peso 100 kilos y como no sé caerme me hice hasta una esguince», completa simpático. Y sigue, sobre el acercamiento de la película a la violencia de género, cuando el personaje de Tatien se erige en protector de urgencia: «Las víctimas viven en terror, y la manifestación del mismo al final es de poca importancia para protegerlas. Se sienten atrapadas. Me da rabia, tristeza. Es algo que pasa en la sociedad y que no entiendo. Arreglarlo es una labor de educación, difícil, pero que se puede lograr entre todos. Y si la película pudiera ayudar a darle visibilidad, pues bienvenida sea. Aunque sea una mínima reflexión al respecto», añade el director antes de despedirse esperanzado respecto a la leve recuperación de la taquilla patria: «Hay que ser positivos. Tengo dudas, pero creo que estamos en un momento parecido a cuando se inventó el cine sonoro».