Inspiración
TeresaTeresa Berganza siempre permanecerá entre las voces más maravillosas que ha dado España al mundo. No es casualidad que fuera la primera mujer miembro de la Academia Real de las Artes de España. Ha sido y será una gran fuente de inspiración inspiración para generaciones venideras que estudiarán su técnica, canto y sobre todo presencia escénica. Pero tendrían que entrar en su capacidad de su estudio profundo de cada uno de los personajes que interpretaba. Y en su habilidad de escoger muy bien su repertorio y saber cuándo era el momento de enfrentar un nuevo y más difícil papel.
Teresa fue una voz magistral. Con un fraseo y una musicalidad inigualables, todas ellas siempre apoyadas por su increíble simpatía y capacidad actoral. Si Rossini y Mozart la hubieran escuchado la habrían exigido para estrenos como «El barbero de Sevilla» o «La Cenetentola». Berganza tuvo su propia y única visión de
Rossini, y Carmen fue una maravilla para ella tal y como la interpretó en 1977, cuando compartimos un verano inolvidable en Edimburgo. Respetó los matices de Bizet al pie de la letra y alcanzó la madurez vocal para ese papel que tantas mezzos han codiciado. Poseía una inteligencia vocal y una gran sensibilidad que le aseguraron una próspera y longeva carrera.
Fue siempre un placer actuar con Teresa y grabar juntos algunos discos. Su legado, en resumen, es haber sido ella misma y sembrar siempre su semilla personal en todo lo que hacía. Generaciones por venir deberán estudiar sus grabaciones y vídeos para aprender algo más que solo el bel canto.