La Razón (Levante)

El Gobierno te empobrece

► La gestión de la crisis ha llevado al límite el gasto público, con una deuda fuera de control y expoliando a los ciudadanos

- Daniel Lacalle

EnEn marzo, el índice de miseria de Okun (paro sumado a inflación) situaba a España en la parte más alta de las economías del G-20. Con un 22,5%, solo países como Turquía, Argentina, Sudáfrica, Grecia, Lituania o Brasil reflejan peores niveles que España. Con la mayor tasa de paro de Europa el Gobierno llama «récord de empleo» a una tasa de empleo del 58,5%, dos décimas inferior a 2019 y peor que en toda la serie de 2015 a 2019. También España sufre una inflación más elevada que la media de sus comparable­s, tanto en la inflación total como la subyacente. ¿Recuerdan aquello de «en esta crisis se están haciendo las cosas de otra manera»? Lo que llaman «otra manera» ha sido llevar al límite el gasto público, endeudarse sin control y expoliar a los ciudadanos. Lo mismo que en la anterior.

El cierre de la economía más severo de los países de nuestro entorno fue impuesto por el gobierno. Y el Gobierno ha agotado todas las políticas de demanda a expensas de destruir la clase media al erosionar los salarios reales y los depósitos y subir impuestos directa e indirectam­ente al no deflactarl­os con la inflación.

Ahora el resultado es una mayor inflación, paro disfrazado y un menor crecimient­o. Pero el tamaño del Gobierno en la economía y el gasto deficitari­o permanecen. Todo lo que gasta el Gobierno lo pagas tú. No hay dinero gratis. Incluso para los beneficiar­ios de «ayudas» en una moneda constantem­ente depreciada. La inflación es el impuesto a los pobres.

Los gobiernos no evitan las recesiones a través del gasto, simplement­e disfrazan y aumentan los problemas acumulados agregando constantem­ente deuda que los bancos centrales monetizan a través de la flexibiliz­ación cuantitati­va. Este aumento descontrol­ado de la cantidad de dinero y el gasto público conduce primero a la inflación de los activos y después a la inflación de los precios de los bienes cotidianos. No es una casualidad que España tenga más inflación que sus comparable­s, cuando ha consumido más reservas monetarias vía aumento de deuda y gasto que el resto.

La creación de dinero planificad­a artificial­mente nunca es neutral. Beneficia desproporc­ionadament­e a los primeros receptores de dinero, el gobierno y aquellos con activos y deudas, e impacta negativame­nte a aquellos con un salario monetario y algunos ahorros en depósitos en efectivo, que se disuelven con el tiempo.

Ninguna hoja de cálculo de Excel socialista puede borrar el hecho de que el gasto deficitari­o masivo financiado con dinero recién creado destruye a los pobres y la clase media. Los programas sociales en una moneda constantem­ente devaluada se vuelven irrelevant­es y sin valor mientras que al mismo tiempo el mal llamado estado de bienestar condena a una parte sustancial de la población a ser clientes rehenes de los planes gubernamen­tales.

Los intervenci­onistas pueden usar la excusa de robar a los ricos para dárselo a los pobres, pero la realidad es que el gasto del Gobierno es tan enorme que no pueden financiar todos los programas sociales con el dinero del 1% de la población. El Gobierno toma del 99% para dar fondos devaluados y cada vez más inútiles al 45% de la población, y a la vez disparando una burocracia en constante expansión para administra­rlo todo.

El gasto deficitari­o y la creación de dinero artificial son solo dos caras de la misma moneda, disolviend­o la riqueza existente de una nación mediante la emisión de más pagarés (moneda en circulació­n). El precio de un bien o servicio puede subir debido a una crisis de oferta, pero si la cantidad de moneda emitida es la misma, sería imposible que todos los precios subieran con ella. De hecho, otros precios caerían. Los precios de la mayoría de los bienes y servicios solo pueden subir al unísono si la cantidad de moneda aumenta más rápido que su demanda.

Ahora, los keynesiano­s ven que solo hay una forma de frenar la inflación: frenar la demanda agregada. Pero los gobiernos no van a reducir el gasto, por lo que la «reducción «reducción de la demanda agregada» será empobrecer a todos en el sector privado. El espejismo del enorme gasto público y la emisión exponencia­l de moneda es un proceso de expropiaci­ón. El Gobierno amplía su tamaño a expensas del resto de la población, especialme­nte de los que defienden programas de aumento del gasto.

Expropiaci­ón de entrada, incurriend­o en déficits descontrol­ados financiado­s con deuda, lo que significa mayores impuestos en el futuro. En segundo lugar, aumentando los impuestos para «reducir el déficit». Tercero, con la inflación. El peso del gobierno en la economía aumenta en los tres pasos. Luego, cuando falla, repiten. Si usted quería más Gobierno, esto es más Gobierno: menos crecimient­o, mayor inflación y ciudadanos más pobres.

Si usted quería más Gobierno, esto es: menos crecimient­o, más inflación y todos más pobres

Todo lo que gasta el Ejecutivo lo pagas tú. No hay dinero gratis. Ni siquiera para los que reciben ayudas

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ALBERTO R. ROLDÁN Dos personas compran en un puesto del Mercado Maravillas de Madrid
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