La carta desconocida

La madre Maria Purificaçao Godinho había escrito esta otra desconocida carta al padre Manuel Nunes Formigâo la víspera de la muerte de la vidente Jacinta Marto, el 19 de febrero de 1920, en la que le daba cuenta del verdadero estado de gravedad de la niña y también del último secreto que la Virgen había confiado a ésta para que se lo hiciese llegar también a él: «Voy a darle una noticia –escribía la religiosa– muy poco agradable: Jacinta va a morir. Es verdad que salió bien de la operación, pero ahora ha empeorado y los médicos están admirados de que aún siga viva […] Nuestra Señora nos ayudará, para Dios nada es imposible y ella aún puede escapar [de la muerte]. Tengo algo que contarle, reverendo padre, pero solo puedo hacerlo personalmente. Lo que tengo que decirle es respecto a usted y a mí». Era el cuarto secreto de Fátima.