Mejorar el control de los asmáticos
LaLa nueva Guía española para el manejo del asma (GEMA 5.2), suscrita por 17 Sociedades científicas, entre ellas una portuguesa, alerta por primera vez y de forma contundente del riesgo que conlleva para los pacientes que conviven con esta enfermedad, del posible cambio de inhalador por motivos no clínicos.
Es bien sabido que tanto los asmáticos como las personas con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) utilizan estos dispositivos para que el medicamento recetado por un especialista llegue a sus pulmones. Pero hay pacientes respiratorios que no pueden usar algunos de estos ingenios portátiles, por el mecanismo necesario para su inhalación. Esta Guía tiene como objetivo principal «mejorar el control y la calidad de vida de las personas con asma, mediante el incremento de la formación técnica de los profesionales sanitarios que deben atenderles», tiene especial importancia esa alerta que, de alguna manera, pone fin a la controversia que existe en nuestro país sobre los dispositivos presurizados de dosis medida (pMDI) y los de polvo seco (DPI). En este punto es necesario recordar que también la European Respiratory Society (ERS) hace tiempo que alertó sobre las consecuencias en salud de forzar un cambio de dispositivo a pacientes bien controlados.
Como coinciden en señalar varios especialistas en Neumología, la seguridad de los pacientes es lo que debe primar ante cualquier otra medida. Y todo esto sin olvidar que, como conocen desde hace tiempo investigadores y clínicos, esta clase de fármacos no son intercambiables, ya que su correcta utilización por los pacientes influye en la eficacia final de estos medicamentos.