El joven que asesinó a diez personas en Búfalo compró las armas legalmente porque carecía de antecedentes y nadie sospechaba su radicalización.
Según las investigaciones policiales, Gendron se radicalizó en solitario a través de internet durante el confinamiento de la pandemia porque «se aburría». Contactó con redes supremacistas blancas, desde el anonimato, y no colgó en la red su «manifiesto» contra los inmigrantes y los afroamericanos hasta un día antes de perpetrar la matanza en un supermercado de un barrio de mayoría negra.