«El supremacismo blanco es un veneno»
► Biden se reúne con los familiares de las víctimas del tiroteo de Búfalo
El presidente de Estados Unidos Joe Biden y la primera dama visitaron Búfalo (Nueva York) ayer para ofrecer sus condolencias a los familiares de las víctimas de la matanza del sábado y rendir homenaje al personal del servicio sanitario y a las autoridades policiales. La mayor matanza acontecida en el país en lo que va de año, organizada de manera premeditada por Payton G. Gendron, supremacista blanco de 18 años, dejó un trágico balance de diez víctimas mortales y otras tres personas heridas de bala.
«Jill y yo rezamos por las víctimas, sus familias y la comunidad devastada por el tiroteo masivo en Búfalo. Nuestros corazones están apesadumbrados una vez más, pero nuestra determinación no debe vacilar», señaló Joe Biden antes de reunirse en privado con los familiares de los asesinados. «Debemos trabajar juntos para abordar el odio que sigue siendo una mancha en el alma de esta nación», añadió el presidente de EE UU.
El asaltante del supermercado de Búfalo había adelantado en un manifiesto los detalles de su ataque y su intención de acabar con el mayor número posible de personas de raza negra. Supremacista blanco confeso, su «crimen de odio por motivos raciales» responde a la teoría del «gran reemplazo», que argumenta que los estadounidenses blancos corren el peligro de ser reemplazados por personas de color. Durante un emotivo homenaje a las víctimas organizado en Búfalo en el lugar de la tragedia, en un barrio predominantemente negro, la gobernadora de Nueva York, Kathy Hodramáticamente chul, acompañada por senadores y congresistas, y el alcalde de Búfalo, Bryon Brown, invitaron al presidente Biden a tomar la palabra.
«La ideología del supremacismo blanco no tiene cabida en EE UU», indicó el demócrata desde la pista de baloncesto de un centro comunitario de la ciudad, frente a un centenar de asistentes. «El silencio es complicidad. No podemos mantenernos callados», agregó el presidente demócrata en alusión a sus rivales políticos en el que ha sido con toda probabilidad su discurso más emotivo desde que llegó a la Casa Blanca.
Una de las pocas voces republicanas en denunciar repetidamente la violencia de la extrema derecha ha sido la congresista Liz Cheney, quien precisamente denunció que «el liderazgo republicano de la Cámara ha permitido el nacionalismo blanco, la supremacía blanca y el antisemitismo». Las cifras no dejan lugar a dudas: aumentan
El presidente de EE UU reitera que la matanza fue un acto de «terrorismo doméstico»
los crímenes por ideología de extrema derecha en el país, un 55% de ellos vinculados al supremacismo blanco, según datos de Liga Anti-difamación. En la última década, se han contabilizado cerca de 450 asesinatos cometidos por extremistas políticos, el 75% de los cuales a manos de la extrema derecha, el 20% por extremistas islámicos y otro 4% por la izquierda radical.
Casi la mitad de los crímenes cometidos en el país durante ese período tienen como responsables a supremacistas blancos. El último de ellos, la matanza de Búfalo, en Nueva York, este pasado fin de semana. «El supremacismo blanco es un veneno», denunció Biden.
El presidente norteamericano también compartió historias de las víctimas y denunció repetidamente la masacre calificándola como un acto de «terrorismo doméstico», alertando de la creciente amenaza del «odio que, a través de los medios, la política, internet, ha radicalizado a individuos enfadados, alienados, perdidos y aislados haciéndoles creer falsamente que serán reemplazados», enfatizó Biden.
«Lo que sucedió aquí es simple y directo. Terrorismo. Terrorismo. Terrorismo doméstico», recalcó el líder demócrata.