El Banco de España avisa de sacrificios en las pensiones
► La institución monetaria insiste en desvincular las nóminas de los pensionistas del IPC
La inflación es otra vez el gran enemigo y la gran preocupación. Puede ser transitoria o quedarse para una larga temporada. La lucha contra el alza de precios es una tarea de todos: trabajadores, empresarios y también pensionistas. El Banco de España vuelve a proponer un «gran pacto de rentas», en el que «empresarios y trabajadores compartan «la inevitable merma de renta para la economía nacional que implica el aumento de los precios de las importaciones de materias primas». En definitiva, propone evitar las claúsulas de indexación automática de salarios a la inflación pasada o cláusulas de salvaguarda y compromisos explícitos de moderación de beneficios empresariales.
El Banco de España también defiende, en la batalla contra la inflación, una desvinculación de las subidas de las pensiones al IPC porque entiende que plantea más problemas que soluciones. Además, aborda la delicada situación del sistema de pensiones y, desde el lenguaje habitual de los bancos centrales, propone, «de acuerdo con las estimaciones disponibles, que incorporan las medidas recientemente adoptadas en este ámbito –vinculación al IPC– , hacer frente a los incrementos del gasto que se derivarán del envejecimiento poblacional requerirá nuevas actuaciones de futuro por el lado de los ingresos, los gastos o de ambos». En definitiva, algún tipo de sacrificio también llegará a los pensionistas actuales y, para los futuros, sugiere vincular las prestaciondes a lo cotizado e incluso a la esperanza de vida.
Los responsables del Banco de España temen lo que se denomina «el riesgo de materialización de efectos indirectos y de segunda vuelta» de la inflación. Los primeros se derivan del encarecimiento de los costes energéticos, que se trasladan al precio otros bienes y servicios, ya que las empresas intentan mantener sus márgenes. Los segundos son los originados por un repunte de la inflación que genera mayores subidas salariales –que también se trasladan a los precios–, porque los trabajadores tratar de evitar una pérdida de poder adquisitivo. Todo un reto.