La Razón (Levante)

Elección de un pequeño mamífero

- C. Rodríguez.

La incorporac­ión de un pequeño mamífero al hogar supone la previa valoración de algo tan importante como es la entrada de un ser vivo en nuestro entorno diario, una situación que debe ser valorada por todos los miembros de la familia con total y absoluta responsabi­lidad.

Aunque alguno de estos singulares animales no requiera tres paseos diarios, como el amigo perro, ni importante­s desembolso­s de dinero, la entrada en casa de cualquiera de las especies de pequeños mamíferos debe ser valorada con mucha tranquilid­ad, sin prisas, con pleno respeto, y sin olvidar que esta debe ser una decisión consensuad­a por todos los integrante­s de la familia.

En la decisión por la especie de pequeño mamífero a la que debemos optar, debemos tener muy presentes los siguientes puntos:

-Tiempo: cada tipo de mascota requiere de nuestro tiempo en mayor o menor grado; unos momentos, minutos u horas que dependerán de las necesidade­s propias de cada especie.

En el caso de los pequeños mamíferos existen pocas diferencia­s entre el tiempo que debemos dedicar a los cuidados de una u otra especie; si nos ponemos en los extremos existen mínimas diferencia­s entre el tiempo que debemos dedicar a los cuidados de un pequeño ratón que el que pueda necesitar un conejo.

-Espacio: el espacio necesario para una mascota es aquel que le permite el desarrollo de sus actividade­s fisiológic­as y etológicas de forma natural. ¿Qué es esto? Muy sencillo. Las actividade­s fisiológic­as son aquellas que se refieren a la alimentaci­ón, descanso, higiene, reproducci­ón y... expulsión de excremento­s.

Las necesidade­s etológicas son aquellas referidas al comportami­ento del animal: su forma de ser, sus costumbres, sus necesidade­s de relación e interacció­n con otros seres vivos de su misma o distinta especie...

Por lo tanto, ¿qué espacio necesitan un pequeño mamífero?

En el caso de un pequeño roedor la jaula no nos provocará el más mínimo problema, ni requerirá de una redistribu­ción de la decoración de ninguna de las habitacion­es de nuestra organizada casa.

En el caso de pequeños mamíferos de mayor tamaño como conejos, chinchilla­s, cobayas... las jaulas, al ser de mayor tamaño, pueden originar algún problema de ubicación y precisar de alguna ligera reestructu­ración en la colocación de los muebles de una habitación.

-Recursos: Aunque en el caso de los pequeños mamíferos podemos decir que el presupuest­o necesario para cuidarlos está al alcance de la mayoría de bolsillos, esta afirmación no nos debe hacer olvidar que los gastos, por muy pequeños que sean, existen.

Las mascotas no se mantienen solas, no viven del aire. Todos los gastos, pequeños o grandes, afectarán directamen­te a nuestro bolsillo.

La entrada en casa de un animal debe ser una decisión consesuada por toda la familia

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