Con sus recursos
► La vicepresidenta ha registrado la asociación –a falta del visto bueno de Interior– como una herramienta para poder articular y costear el proceso de escucha. Los actos y desplazamientos correrán de su cuenta.
► Quiere recorrer el país entero y parte de ese camino lo hará conduciendo con su propio «Golf». Pero habrá trayectos que deberán realizarse en transporte público como el avión, el tren o el barco, por la distancia.
► Compaginará el proceso de escucha con su trabajo como vicepresidenta y en el Ministerio de Trabajo. Serán los fines de semana cuando dedicará mayor tiempo a organizar sus encuentros con la sociedad civil.
► El nombre de «Sumar» no será el de su partido. La vicepresidenta se siente «cómoda» con este verbo que implica la unidad de sensibilidades. Asegura que no la encontrarán «rompiendo puentes».