Puig plantea separar las elecciones municipales de las autonómicas
► El presidente marca su postura frente a Oltra y asegura que el único camino para acabar con la prostitución es la abolición
CuentanCuentan todas las crónicas políticas de hace tres años que el adelanto electoral que anunció el presidente de la Generalitat valenciana, Ximo Puig, en 2019 no sentó nada bien Compromís, principal socio de Gobierno de la coalición del Botànic.
Puig volvió ayer a poner sobre la mesa un asunto que llevaba meses paralizado. Durante su intervención en el Comité Nacional del partido dejó la puerta abierta a separar las elecciones autonómicas de 2023 de las municipales. «El
El adelanto electoral de 2019 benefició al PSPV y enfadó a su principal socio del Consell, Compromís
año que viene, tal día como hoy será un domingo electoral. Como mínimo será un día para renovar los Ayuntamientos y en un año, o un momento muy próximo serán las elecciones autonómicas».
Todavía hoy hay destacados políticos que aseguran que Compromís no ha perdonado a Puig por tomar esta decisión. El jefe del Consell avanzó las elecciones autonómicas para hacerlas coincidir con las generales.
El PSPV aprovechó el tirón de Pedro Sánchez, logró 27 diputados y ser el partido más votado, una posición que no alcanzaba desde 1991. Compromís, no obstante, no salió beneficiado. Se quedó con 17 escaños y le superó el PP (19) y Ciudadanos (18).
Desde entonces, la desconfianza reina en la coalición y las relaciones distan mucho de ser las de aquel Consell que en 2015 lograba sacar al PP de la Generalitat.
De hecho, en Compromís reaccionaron ayer a las palabras de Puig. El jefe de Gabinete de la vicepresidenta Mónica Oltra, Miquel Real, que también es portavoz de Iniciativa, interpretó este anuncio como una confirmación de lo que ocurrió en 2019. En un tuit en el que contrapone un titular del anuncio de ayer de Puig y otro de hace tres años dijo: «Explican cosas que ya se sabían y transforman el suflé de grandes decisiones históricas en simple tacticismo y partidismo. Arriba el telón. Nihil novum sub sol (nada nuevo bajo el sol)».
Abolir la prostitución
Puig no eludió uno de los asuntos que centran las diferencias entre PSPV y Compromís durante las últimas semanas. Insistió en la postura abolicionista de la prostitución defendida por los socialistas. «Estamos hablando de una forma de esclavitud intolerable en una sociedad de mujeres libres. Que no cuenten con nosotros para regularizar la prostitución, la única solución es la abolición».
Como es sabido, la vicepresidenta del Consell y titular de las Políticas de Igualdad, Mónica Oltra, solicita un debate más amplio sobre esta cuestión. «La brocha gorda no sirve en política», defiende, y ha presentado alegaciones al cambio propuesto en la Ley de Espectáculos por la consellera de Justicia, Gabriela Bravo, que propone multar a los prostíbulos.
Oltra sostiene que la prostitución no va a desaparecer sin un marco legal estatal e insiste en que multar a los lugares en los que se ejerce la prostitución no hará más que esconderla. Las víctimas, remarca en las alegaciones, serán las mujeres. «Sanciona la pobreza y la inmigración».