«No puede haber socorristas todo el año»
El mar Mediterráneo es dócil pero puede convertirse en hostil, como reflejan los tres ahogamientos registrados el pasado fin de semana en playas valencianas, por lo que el secretario autonómico de Seguridad y Emergencias, José María Ángel, pide extremar las precauciones y evitar las imprudencias, que suelen estar detrás de la mayoría de los incidentes.
Preguntado por si considera que debe adelantarse la fecha en la que comiencen a trabajar los socorristas, señala que son profesionales y «tienen la temporalidad que tienen» y no se puede hablar de un servicio de doce meses al año.
Concretamente, el fin de semana pasado falleció un niño de seis años en la playa de Canet d’en Berenguer (Valencia) arrastrado por la fuerte corriente en una zona donde estaba prohibido el baño, y otros dos hombres fallecieron en las playas de los municipios alicantinos de Guardamar del Segura y El Campello, al tratar de rescatar a otras personas que se habían quedado atrapadas por el oleaje.
«No se puede tomar el baño de una forma desaforada», asegura Ángel, quien añade que los ahogamientos se producen generalmente por imprudencias y aunque una «máxima» es que la Administración y los ayuntamientos den respuestas de seguridad, también es importante «extremar las medidas de precaución».
Según datos de la Federación de Salvamento y Socorrismo, en abril se produjeron ocho ahogamientos en espacios acuáticos de la Comunitat Valenciana, que fue la autonomía con la mayor cifra de fallecidos.
Por lo que respecta a la montaña, los servicios de emergencias han hecho en lo que va de año 338 búsquedas y rescates en zonas rurales y acuáticas de la Comunitat Valenciana.