Sahara como «influencer»
LaLa decisión per son alí simadel Pre si denteSánc hez, de romper con la doctrina de Naciones Unidas y la de España sobre el Sahara Occidental, contribuyendo a agravar nuestra situación económica, se ha manifestado en el reciente debate parlamentario. Por un presidente que incluso pudiera incurrir en delito al incumplir los artículos 590-591 de nuestro Código Penal que prevé ser castigado quien, «durante una guerra en la que no intervenga España» ejecutare cualquier acto que comprometa la neutralidad del Estado, según la Liga Pro-Derechos Humanos. De hecho la« República S ah ar aui »– internacional mente re conocida por decenas de países y la propia Unidad Africana–reanudó recientemente la guerra contra Marruecos –respaldado por Argelia–, negando toda anexión. Es un típico conflicto de descolonización. La Corte Internacional de Justicia ya estableció que Rabat no tiene ningún título de soberanía sobre el Sahara Occidental.
El propio Borrell, alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, afirmó que ni España ni la UE puede ir contra las resoluciones de Naciones Unidas. Para el Pleno de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, bajo presidencia del actual ministro Grande-Marlaska: «España de iure, sigue siendo la Potencia Administradora,… hasta que finalice la descolonización» (auto nº 40/2014) por querella presentada contra tres ministros marroquíes por asesinato deciu dada noss ah ar a u is y españoles.
Este entuerto lo ha creado Sánchez solito. «Cediendo a los permanentes chantajes de Marruecos» (Odón Elorza dixit). Empeoramos en suministros, exportaciones y seguridad estratégica. Sin normalizar fronteras, ni las devoluciones en inmigración ilegal. ¿Es esta la «Marca España» de la que habla el Gobierno?
Centro de Economía Política y
Regulación. Universidad CEU San Pablo