Un fuego descontrolado amenaza el parque de Yosemite
► Las altas temperaturas causan uno de los mayores incendios forestales del año en Estados Unidos
Arde el estado de California en uno de los mayores incendios forestales del año y afectando a la emblemática zona del Parque Nacional de Yosemite, que alberga en la inmensidad de sus bosques algunos de los árboles más antiguos de la tierra. El gobernador del estado de California, Gavin Newson, declaró el estado de emergencia el sábado en el condado de Mariposa, muy próximo a Yosemite, mientras el denominado «Oak Fire» arrasaba con todo a su paso sin control.
Las autoridades decretaban a la vez órdenes de evacuación para miles de personas afectadas, así como drásticos cortes de energía en viviendas y negocios.
Alimentado por el calor extremo y matorrales secos como la yesca, el incendio de Oak había consumido 6.795 hectáreas hasta ayer por la mañana, lo que supone un aumento de 1.200 hectáreas durante la noche, según el Departamento de Silvicultura y Protección contra Incendios de California (Cal Fire).
El incendio, que ahora tiene más de la mitad del tamaño de París, estaba contenido en un 10% mientras se movía hacia el este, cerca de la ciudad de Mariposa Pines. Todavía estaba a más de 10 millas (16 km) de Yosemite, famoso por sus gigantescas y antiguas secuoyas, que ya había sido amenazado este mes por un incendio distinto que ahora está contenido en un 80%.
El fuego, de «extrema actividad», ha movilizado a cientos de efectivos de emergencia, procedentes de otros estados colindantes, que incluyen cerca de 3.500 bomberos que se han trasladado en un total de 381 vehículos adaptados y 46 camiones cisterna para poder transportar grandes cantidades de agua, así como una docena de helicópteros.
Además, miles de personas se han quedado sin electricidad, mientras otras tantas han perdido directamente todo cuanto tenían. Hogares convertidos en cenizas entre los escombros, antes admirado por millones de personas procedentes de todo el mundo, donde antes había uno de los lugares de mayor belleza que ofrece la naturaleza estadounidenses, ahora deja un paisaje desolador.
Muchas familias, como los Smith, se vieron obligadas a salir corriendo con lo puesto. «Es muy triste ver cómo la casa en la que nací y crecí, desapareció», explicó a medios estadounidenses Nick Smith, cuyos padres habían vivido durante casi 40 años en su casa, ahora arrasada por las llamas y convertida a escombros. «Te golpea fuerte», añadió.
«Aunque son cosas materiales, es devastador perder todo literalmente en un abrir y cerrar de ojos sin previo aviso», escribió Smith en una plataforma de recaudación de fondos puesta en marcha por él mismo en GoFundMe para compensar el proceso de recuperación de las pérdidas materiales de sus progenitores.