Más de 2.000 personas murieron en julio por el calor extremo
El Instituto de Salud Carlos III estima que, entre el 1 y el 29 de julio, se produjerons 9.687 muertes más de las esperadas para ese periodo, de las que 2.124 son atribuibles a las altas temperaturas, con un pico a mediados de mes que coincidió con la segunda ola de calor del verano. Son los últimos cálculos del Sistema de Monitorización de la Mortalidad Diaria (MoMo), que desde el pasado 1 de junio ha detectado 13.908 fallecimientos más de los esperados, 3.305 de ellos por exceso de calor. Por grupos de edad, la mayor cifra se presenta en los mayores de 75 años, sobre todo a partir de 85.
En ningún caso son cifras de muertos reales, sino que se trata de una estimación que el MoMo hace a partir de un modelo matemático que utiliza tres fuentes de datos: la de los registros civiles, que no especifican la causa codificada de defunción; las temperaturas según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) a nivel provincial en el mismo periodo de tiempo; y la población por grupo de edad, sexo y provincia, extraídos del INE.
A partir de ahí, hace una estimación estadística de excesos de mortalidad para un día determinado comparando series históricas, pero no ofrece cifras reales de defunciones, una estimación que, además, no se puede considerar consolidada hasta que haya pasado al menos un mes desde su publicación, si bien van dando una idea de la evolución de los excesos de mortalidad en la población española.
Con estas premisas, la mayor parte del exceso estimado de defunciones la ha calculado para el periodo de julio, en el que la sobremortalidad detectada asciende a 9.687 muertes, de las que 2.124 son achacables al calor de forma directa (golpe de calor) o, en mucha mayor proporción, indirecta (por agravamiento de patologías previas), frente a las 554 que calculó para el año pasado.