La salud mental es la principal preocupación de los jóvenes de Murcia
► Un informe de la UMU señala que la covid-19 hizo aflorar patologías poco frecuentes, como ideas o conductas autolíticas
LaLa salud mental es el principal problema que perciben los jóvenes del municipio de Murcia, seguido de las incertidumbres e inseguridades sobre su futuro, las dificultades en el acceso al mercado de trabajo y la precariedad, la dificultad para entablar relaciones sociales y la falta de acceso a recursos y servicios. Estas son las principales conclusiones del estudio «Jóvenes entre crisis: diagnóstico sociológico sobre la situación de la población joven en el municipio de Murcia», que ha elaborado la Universidad de Murcia (UMU) a petición de la concejalía de Juventud con el objetivo de contar con una «hoja de ruta» a la hora de tomar decisiones políticas en materia de juventud, dijo la concejala del ramo, Teresa Franco.
Durante la presentación del informe, informe, la edil destacó que en la capital residen unos 80.000 jóvenes de entre 15 y 29 años, y este informe trata de darles voz a partir de sus propias reflexiones, pero también de entrevistas con expertos y profesionales y de datos estadísticos de diversa índole.
Andrés Pedreño, uno de los autores del estudio, insistió en que el primer problema al que apuntan los jóvenes es el de la salud mental, una situación nueva que se ha visto incrementada tras la pandemia del coronavirus, que hizo aflorar patologías anteriormente poco frecuentes en la población joven, multiplicando exponencialmente las autolesiones, ideas autolíticas y también suicidas.
En este sentido, el Observatorio de la Convivencia Escolar de la Consejería de Educación reconoce que en 2020 y 2021 «se vivió una auténtica emergencia psíquica entre los estudiantes y se tuvo que afrontar con recursos recortados e insuficientes».
En ese periodo, se comunicaron 518 protocolos de autolisis, un 38,4 por ciento de ellos, de alumnos que manifestaban ideas suicidas, mientras que otro 36 por ciento se había autolesionado y un 25 por ciento había presentado ambas situaciones.
Un 71,6 por ciento de esos protocolos tuvieron lugar entre estudiantes de secundaria (12 a 16 años), y otro 20,7 por ciento, en primaria (6 a 12 años), además de que tres cuartas partes del total de episodios, un 76 por ciento, los protagonizaron mujeres.
Pedreño destacó que, tras la pandemia, «la salud mental se ha convertido en parte de la cuestión social» y lo que denotan estos problemas entre los jóvenes es que no encuentran soportes sociales en el mercado laboral, la educación o la posibilidad de construir su propio futuro fuera del hogar familiar.
Fruto de esta situación, el informe refleja un aumento de nuevas adicciones, principalmente al juego, así como un aumento de la percepción de situaciones de racismo y discriminación étnica, principalmente entre el alumnado extranjero.
Otro de los problemas que afloran en este documento es de las relaciones sexuales y de violencia de género: casi una cuarta parte de las mujeres que atendió el equipo municipal especializado en violencia machista en 2021, un 23,6 por ciento, eran menores de 30 años.