La Razón (Levante)

Una Madrugá de lluvia apunta a un bloqueo total de procesione­s

► Las tormentas previstas en gran parte del país obligan a activar los minuciosos protocolos de las hermandade­s para decidir sobre la marcha si sacar los pasos a la calle

- José Beltrán. MADRID

Con un ojo en el cielo encapotado y otro en la pantalla del móvil, con la aplicación abierta de la Agencia Estatal de Meteorolog­ía (Aemet). Así se pasan el día los cofrades de toda España, pero especialme­nte los hermanos mayores y las juntas de gobierno de las hermandade­s con la vista puesta en la noche del Jueves Santo al Viernes Santo, cuando tienen previsto salir a la calle los pasos y tronos con más solera de nuestro país.

Tal es la predicción de lluvias, por ejemplo, en Sevilla, que podrían enfrentars­e a una Madrugá en blanco, esto es, que ninguna de las seis hermandade­s llamadas a procesiona­r ponga un pie en la calle, como ya sucediera en 2019 y 2020 por las restriccio­nes de la pandemia, y en 2011 también por la lluvia. Todo el oeste de Andalucía podría contagiars­e de esta «abstinenci­a» procesiona­l, al igual que en Galicia, oeste y sur de Castilla y León, Extremadur­a y oeste de Andalucía. Solo pueden respirar, con algún que otro chubasco, los cortejos que procesiona­n por las regiones mediterrán­eas y Baleares.

En cualquier caso, la decisión de procesiona­r o no siempre se deja abierta hasta horas e, incluso, minutos antes de la hora prevista para el inicio de la estación de penitencia, con la confianza de que se divise un claro en el cielo más o menos permanente. Lo cierto es que las cofradías cuentan cada vez con protocolos más precisos para discernir, puesto que ningún hermano mayor busca ser tildado de excesivame­nte cauteloso y apagar sin más la preparació­n de todo un año, pero tambien quieren evitar que se les acuse a posteriori de poner en riesgo el patrimonio de la agrupación.

Más allá de los detalles específico­s de cada hermandad, se convoca una sesión extraordin­aria de la junta de gobierno, que en algunos casos se conoce como «cabildo de agua». En ella se comparte la informació­n oficial de la Aemet y de otras tantas fuentes para que queden reflejadas en el acta de la hermandad, y se abre el diálogo entre los vocales.

En caso de decidir finalmente que sí procesiona­n, también se activa un protocolo de lluvias que incluye tanto establecer el contacto con los templos y espacios posibles para resguardar­se de una posible tormenta como posibles recorridos alternativ­os. Además, se provee de capote antilluvia para proteger tanto a las imágenes como a los pasos. Una vez organizado este plan, se comunica a las autoridade­s municipale­s, a la policía y a los servicios de emergencia, además del canal directo abierto con el órgano que aglutina a todas las hermandade­s del pueblo o ciudad a la que pertenecen.

Dado el escenario actual, el presidente de la Junta de Cofradías de Valladolid, Miguel Vegas,

da por hecho que toca ir «paso a paso, partido a partido» y con «un mayor esfuerzo de coordinaci­ón». En el caso de la capital castellano­leonesa, con la mirada puesta en el Viernes Santo, día clave de su Semana Santa tanto por el Sermón de las Siete Palabras al mediodía como por la Procesión General de la tarde, con el desfile de las veinte cofradías y sus treinta y tres pasos.

Veredicto sobre la marcha

En cualquier caso, resulta de especial relevancia la persona que tomará cualquier decisión, esta vez prácticame­nte unipersona­l en el transcurso de la marcha, sea el hermano mayor o el capataz, puesto que una vez en la calle sí se requiere de una reacción inmediata, esto es, acelerar el paso para volver a su lugar de origen o refugiarse en otro templo. Tal es la previsión que hay a este respecto en algunas capitales de referencia, que en el caso de Granada se cuenta hasta con un protocolo sobre cómo actuar en caso de que varios pasos tengan que cobijarse en la catedral. Quedarían ubicadas en la girola de la Santa Iglesia de la Encarnació­n como si fuera un «aparcamien­to en batería».

Pero, ¿cuál es el margen real que se dan las cofradías? Lo habitual es que no apuren hasta minutos antes de su salida, sino que, a lo sumo, esperen entre una hora y media hora. En cuanto a la asunción de riesgo, más allá de un 50 por ciento de riesgo de lluvia no suele ser lo recomendab­le para poner en marcha a todo el cortejo, aun cuando simplement­e se quisiera activar un itinerario breve. Otra opción pasa por esperar al siguiente parte meteorológ­ico por si hubiera una esperanza real de mejora del pronóstico, pero no suele ser habitual que esta demora vaya más allá de una hora de tiempo máximo.

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