TABLERO DE DAMAS
En los últimos días se ha hecho viral en las redes sociales un vídeo en el que el embajador de Panamá en España hace un repaso, a modo de panegírico, de los insignes españoles de todos los tiempos, de nuestra capacidad económica y de atracción del turismo internacional, para terminar diciendo que no tenemos razones para quejarnos como lo hacemos porque vivimos en uno de los mejores países del mundo.
Todo esto incluso cuando no tenemos gobierno estable desde hace tres años y parece que seguiremos así de momento porque se acerca implacable el mes de agosto y todo apunta a que hasta septiembre no sabremos si hay investidura o elecciones.
Pablo Iglesias perdió su estrella. El líder despierto e incisivo que aglutinaba Podemos en torno a su persona, a día de hoy, es profundamente cuestionado por todas las figuras relevantes de su organización. La consulta que ha propuesto a las bases se le ha vuelto en contra. En realidad, tenía un carácter meramente instrumental, sabe que a Pedro Sánchez se le ha desbaratado el plan de convocatoria de elecciones e intenta tener un mandato imperativo de sus militantes para blindar su posición en la negociación con los socialistas. Podemos es una organización que nació vieja, pero con la técnica más moderna de autodestrucción. Inmediatamente los detractores de Iglesias han cuestionado su liderazgo. En realidad, les daba igual la pregunta que fuese a formular, se iban a oponer las teresas rodríguez de turno y los dolidos ramones espinares. A esto hay que sumar que Íñigo Errejón, «el repelente niño Vicente» según sus adversarios, sigue su trabajo de zapa desde fuera de Podemos. La consecuencia es que Iglesias no tiene fuerza para abordar una negociación porque le han debilitado en su propia casa. Ahora, el PSOE pide públicamente la abstención de la derecha, pero con poca confianza y el ministro de Exteriores ha tenido que salir al paso asegurando que «el PSOE no juega a repetir elecciones».
Lo malo de esto último es que George Lakoff ya dejó claro que cuando pides que no se piense en un elefante, se piensa en uno gigantesco.
El tablero de damas de la política española, porque para que sea de ajedrez le faltan piezas de peso, ha dado un nuevo giro en las últimas semanas. Los últimos análisis del PSOE desaconsejan elecciones, pero a estas alturas están enquistadas algunas vías de diálogo.
Unos nuevos comicios, en este momento, solo interesan al Partido Popular y, quizá, a los enemigos de Pablo Iglesias para acabar con él y repartirse las migajas, por eso, septiembre es definitivo. El presidente es un hombre de poder y no de política, si lo que le conviene es no convocar, veremos a Iglesias de vicepresidente del Gobierno y a Iván Redondo desterrado de la Moncloa por ser un falso mago. Si las encuestas le vuelven a ser favorables, preparémonos para votar de nuevo y ver coronado a Redondo como el Merlín de la Moncloa. Menos mal que España funciona bien sin gobierno.