Netanyhau pide actuar ya contra el régimen iraní
Los Guardianes de la Revolución retienen a un carguero extranjero y a los 12 miembros de su tripulación por «contrabando» de petróleo. Horas después Donald Trump anunciaba el derribo de la aeronave de Irán
El primer ministro israelí cree que es hora de ir a por Irán, aunque sea solo.
La debilitada Irán sigue tensando la cuerda con Occidente y parece destinada a darse de bruces contra él. Dejando muy de lejos la postura diplomática, Teherán ha decidido atacar a todo buque internacional que cruce por el Estrecho de Ormuz, en respuesta a la incautación por parte de la Marina británica en Gibraltar del petrolero iraní «Grace I». Así las cosas, los Guardianes de la Revolución anunciaron ayer que mantienen retenido «un petrolero extranjero» y a su tripulación, sospechosa de «contrabando» de combustible en el Golfo.
Tras conocerse el incidente, la CNN anunció que el Departamento de Defensa de Estados Unidos está preparando el envío de 500 soldados a la base aérea Príncipe Sultán, en Arabia Saudí, para reforzar su presencia militar en la región. Horas después, el presidente Donald Trump aseguraba que la Armada estadounidense derribó una aeronave no tripulada iraní que volaba cerca de uno de sus buques en el estrecho de Ormuz. «El dron resultó destruido inmediatamente», declaró en la Casa Blanca. Esta reacción se suma al anuncio que hiciera Trump en mayo del envío de 1.500 soldados como medida «de protección» para las fuerzas estadounidenses del Comando Central (CentCom) allí desplegadas.
La captura ayer del carguero se produce días después de que la Guardia Revolucionaria iraní intentara interceptar un buque cisterna británico en el estratégico Estrecho. El buque del que se informó ayer fue detenido el domingo pasado a la altura de la pequeña isla de Larek en el Golfo Pérsico, y cargaba cerca de un millón de litros de petróleo iraní «de contrabando», de acuerdo con la televisión estatal iraní.
Según un comunicado emitido por la guardia pretoriana iraní, su fuerza naval estuvo vigilando los movimientos del barco y descubrió que intentaba traficar con el combustible, por lo que pidió una orden judicial para proceder a su detención.
La nave tiene capacidad para transportar dos millones de litros de combustible y a bordo de la misma había doce tripulantes extranjeros, afirmó la nota, que no reveló ni la nacionalidad de los marineros ni la del petrolero.
Los tripulantes habían recibido combustible de contrabando de pequeñas lanchas iraníes y se disponían a entregarlo a otros barcos extranjeros ubicados en una zona más lejana, según el cuerpo de élite iraní. Los Guardianes negaron, sin embargo, haber detenido más barcos, como publicaron algunos medios de comunicación, y advirtieron de que están vigilando el golfo Pérsico las 24 horas del día para defender los intereses de Irán. Sin brindar más detalles, desmintió El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, respondió ayer con dureza al afirmar que ha llegado la hora de que el mundo haga frente a Irán. «Hoy, una vez más, vimos la agresión iraní manifestarse en las aguas del golfo Pérsico», señaló el mandatario. «Ha llegado la hora de que el mundo iluminado entienda la gravedad del peligro que representan Irán e Hizbulá. Es hora de que el mundo entero les haga frente», remarcó y agregó: «Aunque tengamos que enfrentarnos solos a Irán y sus satélites, lo haremos», proclamó el dirigente, el mayor enemigo de Teherán en la región. las acusaciones de ciertos «medios occidentales» en cuanto a que Irán retendría «otro buque» extranjero desde hace días.
Ante la falta de información sobre la procedencia del buque y la nacionalidad de la tripulación se difundieron informaciones cruzadas. Según informó TankerTrackers, una organización especializada en el seguimiento de petroleros, un buque con bandera panameña, el «Riah», que suele navegar a través del estrecho de Ormuz para reabastecer a otros barcos, había entrado en aguas iraníes el 14 de julio.
TankerTrackers aseguró que la señal del sistema automático de identificación de petroleros se había interrumpido en ese momento, y la última posición conocida del «Riah» era en el estrecho de Ormuz, frente a la isla de Qeshm, a menos de seis millas náuticas (11 km) al oeste de Larek. Por su parte, el portavoz de Exteriores, Abas Musavi, dijo el martes que su país había acudido al rescate del barco tras recibir una llamada de socorro debido a una avería. El comunicado de los Guardianes no aclaró si se trata del mismo buque.
El anuncio de la requisa del petrolero tiene lugar dos días después de que el líder supremo iraní, Ali Jamenei, advirtiese de que respondería «en el momento y lugar oportunos» en relación al petrolero confiscado frente a las costas de Gibraltar, el 4 de julio. Sin precisar el destino final del petrolero «Grace I», Irán afirmó que no era Siria y desde entonces demanda la liberación «inmediata» del buque y acusa a «la cruel Gran Bretaña» de «piratería».
Pero las aguas del Golfo permanecen muy revueltas desde hace dos meses tras una serie de sabotajes contra el comercio del petróleo mundial. Washington ha reforzado su presencia militar en la región por presuntas «amenazas» iraníes contra intereses estadounidenses. De hecho, Washington acusa a Irán de estar detrás de actos de sabotaje contra cuatro petroleros en las cerca
nías del estrecho de Ormuz en mayo pasado, y de dos ataques de origen desconocido a mediados de junio contra otros dos petroleros –uno japonés y otro noruego– frente a las costas iraníes.
La tensión entre ambos países alcanzó su punto álgido el 20 de junio, cuando Irán derribó un dron de vigilancia estadounidense. Desde entonces, Washington intenta formar una coalición internacional para escoltar a los buques mercantes en el Golfo. Reino Unidoanunció el martes que enviaría al «HMS Duncan», un segundo navío de guerra, al Golfo Pérsico.