Consecuencias de la quiebra de Thomas Cook en España
Canarias y Baleares han perdido un gran porcentaje de viajeros.
Las cuentas del turismo se mantienen en color verde y van camino de superar el máximo de 2018. Durante los diez primeros meses del año España recibió 74,7 millones de visitantes internacionales, lo que significa un 1,1% más que en el mismo periodo del año pasado, cuando ya se lograron cifras récord de viajeros, según los datos de la Estadística de Movimientos Turísticos en Fronteras, Frontur, publicada ayer. Sin embargo, ese número no es tan significativo, ya que lo más destacado es que entre enero y octubre el gasto de los visitantes creció un 2,9% hasta alcanzar los 82.197 millones de euros. «Resulta muy reseñable que el gasto turístico aumente más del doble que el flujo de viajeros», destacó ayer la secretaria de Estado de Turismo, Isabel Oliver, quien considera positivos estos datos.
A pesar del buen dato global, que pone sobre la mesa que España está haciendo los deberes en el reto de atraer a turistas que dejen mayor rentabilidad en el destino, lo cierto es que el complejo mes de octubre ha pasado factura a la industria turística. De hecho, durante ese periodo España recibió 7,6 millones de visitantes internacionales, lo que supone un descenso del 0,3% respecto al mismo periodo de 2018. La caída más brusca de viajeros se produjo en Canarias, donde la llegada de visitantes bajó un 9,1%, seguida de Baleares, donde el descenso fue del 4,6%. La razón de esta caída libre, según los expertos en el sector, tiene una causa directa, ya que está motivada por la quiebra de Thomas Cook, que se produjo el 24 de septiembre y llegó a paralizar la actividad turística en las islas.
Caída de viajeros tradicionales
La sangría de turistas que sufrió España durante el mes de octubre se deja sentir, fundamentalmente, entre los mercados emisores tradicionales. De hecho, la caída de los alemanes fue del 8,3% en comparación con el mes de octubre del año pasado, mientras que España recibió un 4,4% menos de turistas británicos y un 1,7% menos de franceses. Ese descenso descenso también se refleja en el acumulado del año, donde los tres mercados emisores tradicionales mantienen su caída constante con descensos que rondan el 2% en comparación con los diez primeros meses de 2018.
El batacazo de los turistas tradicionales se ve compensado con el incremento de la llegada de turistas de mayor poder adquisitivo. De hecho, entre enero y octubre España recibió un 12,7% más de visitantes norteamericanos, mientras que la llegada de turistas asiáticos se incrementó un 10,4%, cifra similar a la de los viajeros rusos, cuyo número creció un 8,4%.