Cae el encargado de ocultar la droga del «narcosubmarino»
«Marea Negra» La Guardia Civil ha detenido ya a siete personas en la operación
La operación «Marea Negra» sigue dando sus frutos. La Guardia Civil, en concreto agentes de la Unidad Central Operativa (UCO), detuvieron ayer en Valencia a un sexto implicado en el alijo de cocaína que traía un sumergible que fue detectado en las costas gallegas. Los tres tripulantes hundieron la nave para tratar de hacer desaparecer la droga, maniobra que fue observada por la Benemérita, que arrestó a dos de ellos, ecuatorianos. El arrestado ayer era uno de los encargados de dar cobertura cobertura a la descarga y ocultar la cocaína hasta que fuera llevada hasta su destino. Allí, sería vendida a los consumidores con un beneficio calculado de más de 100 millones de euros.
Durante la «operación Marea Negra», fueron detenidos, en sucesivas acciones policiales, los citados tres tripulantes del sumergible, dos ecuatorianos y un español, que había conseguido huir en un primer momento; dos que les esperaban en la costa gallega para trasladarles a un lugar seguro; y, ahora, el que iba a ocultar la droga, según han informado a LA RAZÓN fuentes de la investigación.
Estas detenciones demuestran que detrás del alijo de cocaína se encuentra una de las mafias del narcotráfico gallego (se sospecha de la de Sito Miñanco), que mantiene estrechas relaciones con el «Clan del Golfo» colombiano, cuyo cabecilla Darío Úsuga, alias «Otoniel», auténtico «capo» en Colombia.
Las investigaciones en marcha intentan, entre otras cosas, identificar a los individuos que hacen de enlace entre los dos lados del Atlántico; y los medios de que se sirven para mantener la coordinación entre grupos.
El sumergible en el que llegaba la droga a Galicia está siendo desguazada en el muelle de Bouza de Vigo, ya que las instalaciones de Marín no permitían esta operación; ha sido hallado, oculto en uno de los compartimentos, un nuevo recipiente de 25 kilos de cocaína. La droga iba empaquetada en fardos, en la parte central de la nave, ya que la proa servía para los depósitos de combustible; y la popa, para el motor de 2.000 caballos que le permitía navegar a unos ocho nudos y atravesar el Atlántico en unos 25 días .
Según los datos facilitados a este periódico, el Clan del Golfo, que construyó el sumergible, va a continuar con este tipo de transporte ya que, hasta ahora, no se había detectado ninguno que llegara a Europa, pese a que se sabe que han sido decenas los que han logrado su propósito.