China prohíbe a los barcos de EE UU atracar en Hong Kong
La represalia de Pekín tras el apoyo de Trump a los manifestantes prodemocráticos
Dicho y hecho. China cumplió ayer su promesa de tomar represalias contra EE UU por haber mostrado su apoyo al movimiento contestatario que durante los últimos cinco meses ha puesto patas arriba Hong Kong. Para hacerle saber a Washington que no debería inmiscuirse en sus asuntos, anunció que prohibirá a los barcos militares norteamericanos atracar en territorio hongkonés e impondría sanciones a diversas ONG que operan en la isla y a las que acusa de haber colaborado con las protestas.
Según la portavoz jefe del Ministerio de Exteriores en Pekín, Hua Chunying, el comportamiento «poco razonable» de Donald Trump, que el miércoles ratificó la Ley de Derechos Humanos y Democracia para Hong Kong, ha provocado esta primera ronda de castigos. La norma obliga a Washington a evaluar anualmente la situación de las libertades en la ex colonia británica, otorgándose la potestad de imponer sanciones contra los responsables y de retirarle a la ciudad el estatus comercial preferente si ve que no se respetan.
Hua también añadió que las ONG pagarán «caro» su responsabilidad en el caos de Hong Kong, ciudad en la que tienen sus cuarteles las beligerantes Human Rights Watch, National Endowment for Democracy o Freedom House. «Hay un montón de pruebas de que estas ONG han apoyado a fuerzas antichinas para sembrar el caos en Hong
Kong, y las han alentado a participar en actos delictivos de extrema violencia y en actividades separatistas en busca de la independencia», añadió.
Las contramedidas anunciadas no podían llegar en peor momento y añaden más leña al fuego a la maltrecha relación entre las dos mayores economías del planeta. Desde hace días, ambas potencias andan enfrascadas en negociaciones para tratar de alcanzar un acuerdo que ponga fin la guerra comercial. Sin embargo, los dos países ya se han puesto una fecha tope, el 15 de diciembre, con sus correspondientes advertencias.
Si no se acuerda nada para entonces, EE UU tiene intención de imponer un 15% adicional de aranceles a productos chinos por un valor de 156.000 millones de dólares; mientras que Pekín haría lo mismo sobre 75.000 millones de dólares en exportaciones estadounidenses.