ÁFRICA HOY
Con sus 30 millones de kilómetros cuadrados, y algo más de 1.200 millones de habitantes, los 53 países africanos (s.e.u.o.) constituyen la parte del mundo menos desarrollada. Calculándose que la población llegará a 3.800 millones en 2100: para entonces casi el 40 por 100 del total mundial. África ya no es el continente estancado de antes. Y a esa tendencia contribuye la Organización de la Unión Africana (OUA), que tiene su sede en Adis Abeba. Consciente de que el gran problema es la perpetuación, después de las independencias de 1960, de las fronteras económicas de los tiempos coloniales. Demarcadas en el Congreso Africano que organizó en Berlín el Canciller de Hierro de Alemania, Bismarck, en 1885. Precisamente, el propósito de la OUA es romper esas fronteras, y llegar a configurar una zona de libre cambio, transformable tal vez, un día, en unión aduanera, a partir del Tratado de Libre Comercio Africano (AfCFTA) de 2019. Suscrito que fue para promover el comercio intracontinental, en vez de seguir con el predominante intercambio con las antiguas metrópolis. Otro problema fundamental de África son las guerras devastadoras, con las que la OUA pretende acabar en todo el continente: Chad, Congo, Libia, los cinco países del Sahel, Somalia, y Sudán del Sur. Con todo, África va creciendo en su PIB –globalmente no mayor que el de la Francia hoy—, con una expansión en la que China figura de manera extraordinaria, con sus inversiones masivas desde Marruecos a Sudáfrica, y desde Costa de Marfil a Etiopía. En tanto que la Unión Europea se mantiene en una especie de parálisis lamentable, sin configurar el necesario Plan Marshall Europeo para los africanos, un propósito del cual se está hablando desde hace más de diez años. Es indispensable.