La Razón (Madrid)

Llull remata el trabajo

El base anotó doce puntos seguidos en el último cuarto para cerrar el pase del Madrid a semifinale­s

- M. RUIZ DÍEZ - MÁLAGA

AvisóAvisó Pablo Laso de que el mejor Llull volvería. Ante el Bilbao Basket y con el Madrid enfilando las semifinale­s dejó las primeras pistas. Su rachita en el segundo cuarto fue el anuncio de lo que iba a pasar en el tramo final cuando los «Hombres de Negro» querían prolongar la discusión. Después de que Campazzo, Tavares y Deck dejaran el partido medio liquidado en el tercer cuarto, los bilbaínos regresaron. En realidad hicieron justicia a su sobresalie­nte temporada y enfilaron los últimos minutos con el Madrid a la vista (75-70). Ahí apareció el Llull explosivo, el de los triples imposibles, el que conecta con la grada a base de «mandarinas». Encadenó doce puntos y el Madrid despegó para citarse con el Valencia.

Ya lo dice Pesic. «En España no están sólo el Madrid y el Barça». La mejor prueba es el Bilbao Basket de Álex Mumbrú. Es un gustazo ver jugar a un recién ascendido con la alegría y el descaro que lo hacen los vizcaínos. Enfrente estaba el Madrid, su sexto partido de la temporada ante un equipo de la Euroliga. Los cinco anteriores los había ganado y el de la Copa lo peleó hasta el final. Con diez jugadores que ayudan y un baloncesto atractivo, el Bilbao justificó con creces su presencia en Málaga.

¿Y el Madrid? Salvo el cruce de cables que sufrió Randolph contra el mundo en el tercer cuarto, pocos sobresalto­s vivió camino de la semifinal. Dio la impresión de permitir con gusto el intercambi­o de golpes hasta el descanso. Entre Campazzo, Deck y Tavares apretaron en el tercer cuarto para evitar despistes de última hora. El base hay momentos en que da una sensación de control absoluta sobre todo lo que pasa en la pista. Acelera, frena, anota, pasa, manda, deja hacer... y sin que dé la impresión de que llegue al límite. Deck llenó el partido de baches para Bouteille, la mayor amenaza exterior de los vascos. Y Tavares fue tan dominador por dentro como Campazzo por fuera. Y eso que los hombres altos del Bilbao fueron atrevidos y nunca eludieron la pelea.

Pero no había terminado el tercer cuarto y ya acumulaba diez puntos y el mismo número de rebotes. Acabó con un sobresalie­nte 12/14, una tortura para los hombres altos rivales.

La victoria del Madrid también dejó detalles que apuntan a que Carroll vuelve a estar ganado para la causa; Rudy reapareció; Causeur sumó... lo que quedó claro es que si Campazzo y Tavares funcionan, la vida es más sencilla para sus compañeros. Lo de Llull es caso aparte. Explotó cuando el marcador estaba con 75-70. El Bilbao se asomaba y cuando se desenchufó después de doce puntos seguidos el Madrid ya estaba en semifinale­s. Un problema más para el Valencia.

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EFE Llull anotó doce puntos seguidos en el último cuarto y acabó el partido con 19. Fue el máximo anotador del Madrid

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