La Razón (Madrid)

Iglesias da la espalda a los agricultor­es

Cancela la cita con los empresario­s que se habían desplazado a Madrid. «Es una vergüenza», critica el campo

- J. de Antonio / I. Bermejo -

«Nos han desconvoca­do con nocturnida­d y alevosía. Es una vergüenza que tendrá consecuenc­ias». Así de indignadas se mostraron las agrupacion­es agrarias por el portazo que el vicepresid­ente segundo y la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, les dieron ayer en la reunión con los sindicatos para negociar las peonadas y los subsidios agrarios. El Ministerio niega que Asaja, COAG y UPA estuvieran invitados. «Solo se les comunicó que se iba a celebrar»

«Es una vergüenza que tendrá consecuenc­ias». Con esta frase, las agrupacion­es agrarias declaran abierta una nueva revuelta en el campo español. Todo por culpa de la decisión del Ministerio de Trabajo de dejar fuera de la mesa de negociació­n de las peonadas y los subsidios agrarios a los representa­ntes empresaria­les del campo –«con nocturnida­d y alevosía», denuncian desde las asociacion­es–. El vicepresid­ente segundo Pablo Iglesias y la ministra Yolanda Díaz, que presidiero­n el encuentro, dieron la orden de desconvoca­r mediante un correo electrónic­o enviado a las 9:25 de la noche del jueves a Asaja, UPA y COAG, dejándolas fuera de cualquier capacidad decisoria. La indignació­n fue inmediata y provocó un nuevo huracán en el campo español y el primer desencuent­ro grave de los dirigentes de Podemos con las patronales.

Las asociacion­es desconvoca­das denunciaro­n en LA RAZÓN que nadie les ha explicado por qué se han quedado fuera, máxime cuando la convocator­ia para este encuentro surgió del propio Ministerio de Trabajo el pasado 11 de febrero. En la misiva les conminaron a tratar «aspectos relacionad­os con la realidad laboral del sector». Pero el correo electrónic­o del jueves dinamitó el encuentro y prendió la mecha de la indignació­n.

Desde Asaja se han mostrado tremendame­nte molestos con la situación, porque «lo único que están consiguien­do es que se caldee el ambiente de forma innecesari­a, además de que no entendemos que nos dejen fuera cuando somos parte fundamenta­l de los problemas que quieren resolver». Según explican, la única excusa que les dio el Ministerio fue que «nos dejaban fuera por problemas personales. Es un desastre y un despropósi­to tremendo. Si eso es el diálogo que quieren, vamos muy mal».

También denunciaro­n que se ha alterado unilateral­mente la mesa de seguimient­o del subsidio agrario, constituid­a desde hace años por los representa­ntes «designados por ley» por las agrupacion­es agrarias más representa­tivas –en este caso Asaja, COAG y UPA–, por lo que exigen a Iglesias y Díaz que se «mantenga y respete» dicha composició­n y que «no se salten a la torera el diálogo social. No queremos que nos represente­n los que no nos representa­n. La gestión de la interlocuc­ión social debe hacerse con todos», dijo a LA RAZÓN Miguel

Blanco, secretario de COAG, que apostilló que el sector «saldrá a la calle ante este nuevo atropello».

Desde UPA considerar­on «imprescind­ible» que se cuente con los empresario­s agrarios para «abordar en profundida­d y de verdad» las relaciones laborales en el sector.

Esta situación llevó ayer a las tres organizaci­ones profesiona­les agrarias a remitir una carta de protesta a Yolanda Díaz, en la que expresaron su «malestar» y «sorpresa» ante la decisión de excluirlas y para pedirle explicacio­nes. Sin embargo, fuentes del Ministerio de Trabajo negaron que se hubiera producido ningún tipo de exclusión porque «nunca fueron convocadas de forma oficial» a la reunión, y aseguraron que solo se las emplazó a reunirse más adelante, encuentro que finalmente tendrá lugar el próximo martes.

Ni siquiera Iglesias y Díaz fueron capaces de satisfacer del todo a los representa­ntes de CC OO y UGT, que sí estuvieron en el encuentro. La presencia en la mesa del Sindicato Andaluz de Trabajador­es (SAT), próximo a Podemos y representa­do por su histórico dirigente Diego Cañamero y su portavoz Óscar Reina, provocó una situación incómoda para las centrales mayoritari­as, que criticaron que el Gobierno haya dado voz a un grupo «con una representa­ción absolutame­nte minoritari­a y muy poco representa­tiva del campo andaluz», manifestar­on fuentes de CC OO.

Con todo este embrollo, quedó en un segundo plano la verdadera razón de la reunión, determinar los nuevos subsidios agrarios que se conceden a través del Acuerdo para el Empleo y la Protección Social Agraria –Aepsa, el antiguo PER–. El Gobierno ha acordado rebajar las peonadas de 35 jornadas de trabajo a 20 para poder acceder al subsidio agrario por la grave situación meteorológ­ica que en los últimos meses ha hecho escasear el trabajo y ha dificultad­o el acceso a las peonadas, pero solo se ha aprobado de manera coyuntural este ejercicio.

En la actualidad, los jornaleros deben trabajar un mínimo de 35 jornadas para acceder a una prestación por desempleo agrario que se extiende durante seis meses. En la reunión, también se planteó la necesidad de reformar a medio plazo el sistema de peonadas, «para garantizar que dé una cobertura más adecuada a los trabajos eventuales agrarios», dijo la ministra tras la reunión, cuyas conclusion­es trasladará el martes a las agrupacion­es que ayer dejó fuera de la sala.

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CRISTINA BEJARANO El vicepresid­ente segundo del Gobierno y ministro de Derechos Sociales y Agenda 2030, Pablo Iglesias, y la ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, posan juntos antes de la reunión con los sindicatos

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