Los perros, capaces de detectar bacterias
Capaces de detectar bacterias Gracias a su olfato previenen la aparición de enfermedades hospitalarias, muy resistentes a los antibióticos
Gracias a su olfato, pueden actuar ante bajadas de insulina en diabéticos.
ElEl término «superbacteria» hace referencia a cepas de bacterias que son resistentes a la mayoría de los antibióticos que se usan en la actualidad. La resistencia a los antibióticos es un fenómeno que ocurre naturalmente y que puede retrasarse, pero no detenerse. Con el tiempo, las bacterias se adaptan a los medicamentos y cambian para garantizar su supervivencia. Por esta razón, los tratamientos estándares para las infecciones bacterianas anteriores son menos eficaces y, en algunos casos, no tienen ninguna eficacia. Por ello, centros sanitarios como el hospital General de Vancouver, utilizan perros para detectar este tipo de superbacterias.
Uno de ellos es Angus, un springer spaniel inglés de 5 años que desconoce los estragos que puede causar la bacteria Clostridioides difficile. Pero lo que sí sabe es que cuando encuentre el olor de ésta recibirá una recompensa. «Solo un olor en el mundo es importante para él, y ese es el del C. difficile», asegura su entrenadora, Teresa Zurberg.
Angus y Zurberg, que trabajan por la calidad y seguridad de los pacientes del hospital de Vancouver, forman parte de un programa de detección de olores caninos iniciado en 2016 para detectar la bacteria C. difficile en equipos y superficies ambientales del hospital. Si Angus se sienta, se acuesta o comienza a caminar de un lado a otro, Zurberg sabe que ha encontrado lo que está buscando. Puede ser un juego para Angus, pero para los hospitales, la bacteria C. difficile es un asunto serio, pues tiene la capacidad de acabar con las bacterias intestinales normales de un paciente y multiplicarse y producir toxinas que inflamen el colon. Estas infecciones son la principal causa de diarrea en todos los hospitales del mundo.
El Centro de Control de las Enfermedades y Prevención de los Estados Unidos estima que esta bacteria causa cada año más de 450.000 infecciones, 29.000 muertes y le cuesta al sistema de salud casi 5 mil millones de dólares. Una de las principales razones por las que dicha bacteria se ha convertido en una carga para los hospitales es que se propaga fácilmente, generalmente a través del contacto entre pacientes enfermos y trabajadores sanitarios, y es muy difícil deshacerse de ella.
«Clostridium difficile»
«Es particularmente problemática porque puede persistir en el medio ambiente durante largos períodos de tiempo, y es inmune a muchos de nuestros desinfectantes y procedimientos de desinfección habituales», cuenta Elizabeth Bryce, directora de control de infecciones de la región. «Aunque puede provocar casos leves, también pueden surgir enfermedades potencialmente mortales. Por lo tanto, nos corresponde, por el bien de nuestros pacientes, hacer algo al respecto», finaliza.
Se trata de una bacteria que ataca al sistema inmune de personas que han sido tratadas con antibióticos. Los efectos principales de padecerla abarcan desde la diarrea y vómitos, hasta fiebre, dolores abdominales, pérdida de apetito o, en casos más graves, la colitis. Además, se propaga con facilidad, generalmente a través del contacto entre pacientes enfermos y trabajadores sanitarios. Por ello, es importante tener un control higiénico en los centros sanitarios públicos y todo lo que abarcan, como por ejemplo carros, equipos que miden y monitorean los signos vitales de los pacientes y los casilleros del personal. También salas de espera o baños públicos.
La tarea preventiva ante esta bacteria repercute a todos, empezando por los perros, encargados de alertarnos.
ESTOS CANES POSEEN
UN OLFATO HASTA 10.000 VECES SUPERIOR AL DE LOS HUMANOS, SEGÚN « THE LANCET»