MESSI, MÁS QUE TORRA
L10 Morir. La afición del Atlético es formidable. Lealtad hasta la muerte.
–Sabemos sufrir como nadie. En eso ganamos a todos– presumía Vicente Calderón en el desaparecido estadio bautizado con su nombre.
Sufre de nuevo el Atlético. Ganó de milagro al Granada gracias a Correa y a Oblak. Correa hizo el único y victorioso gol y Oblak frustró los intentos de gol del Granada, honorable semifinalista en la Copa del Rey.
Es por eso que la afición rojiblanca, presintiendo la dificultad, desplegó en el estadio una colosal pancarta con este hermoso y legionario lema: «Contigo hasta morir».
Morir. Casi nada. Si eso no es sentir al Atlético, ¿qué es?
–Es, sencillamente, sentirlo y amarlo, pierda o gane.
Pienso de pronto en Pedro Sánchez.
¿Cómo sería una pancarta suya con la palabra morir? Sería, probablemente, así: «Contigo Torra y contigo Pablo Iglesias hasta morir, con tal de morir en el colchón de la Moncloa».
Como tengo escrito, soy un liberal del Atlético de Madrid, del mismo modo que Pedro Sánchez es un liberal de la Moncloa.
M11 Atípica. Cuando el general Franco, España era diferente. Ahora, con Sánchez, España es atípica.
–¿Y qué es ser atípica?
Ser como es actualmente: plural, diversa, transversal, asimétrica, enfrentada, separatista y amiga de los enemigos de la unidad de España y también futbolera.
–Futbolera, menos mal. Algo es algo.
Futbolera y trapacera. –¿Lo de trapacera es por la campaña contra el Madrid, en Barcelona?
Pues sí. Yo sé que, futboleramente, Barcelona y Madrid se llevan como se llevarían Pablo Iglesias y Pedro Sánchez, si, de pronto, el apóstol Sánchez depusiera de sus cargos gubernamentales al apóstol Iglesias y a su cohorte de enchufados.
–Qué impura es a veces la política, ¿verdad?
Como el fútbol. «El Real Madrid va a ganar la Liga con la ayuda del VAR», leo en periódicos catalanes. Si la gana, la ganará gracias a la calidad de sus jugadores, de igual modo que si la gana el Barcelona la ganará gracias a Messi. El colosal Messi es el VAR del Barcelona: sin él, la Liga sería una una comilona del Madrid, lo cual, deportivamente, no es deseable.
Recurrir a la demagogia (la demagogia es la vileza de la democracia) del VAR es tan increíblemente absurdo como afirmar que Sánchez jamás miente.
España, sí, es atípica.
X12 Boxeo. Otro compañero imprescindible que se va al Más Allá: David Gistau. A partir de ahora, todos los días serán festivos para David, que dijo alguien. Con el padre de David, en el periódico Pueblo, tuve una relación diaria, entrañable y filosófica.
–Miguel, la vida es boxeo– me dijo un día de mucho boxeo, de mucho cisco, de mucha marimorena en la redacción (censura, vaya).
El padre de David era un caballero. Un dandi escéptico.
–Eso de estar aquí para censurar, qué incómodo e ingrato es. Pero, en fin, es una de mis funciones en este periódico.
Con David, su hijo, tuve una relación de hola, hola y poco más. Le conté, un día, la frase de su padre.
–Tenía razón– corroboró. Hablamos unos minutos de nuestra compartida afición al boxeo.
–Cuando escribo –comparó–, ¿qué hago? Boxear. Boxeo con lo que pienso, con lo que siento, con mi estado de ánimo, con lo que escribo. Mi padre tenía razón.
Siento de corazón, por él y por el cariño que profesé a su padre, que ya, tan joven, a partir de ahora, todos sus días sean también eternamente festivos para él.
La vida, en efecto, es boxeo. Y David, en efecto, boxeaba con arte y gancho en el cuadrilátero de la prosa.
J13 Messi. Especulación: a lo mejor Messi deja el Barça, leo.
–Ni caso,– me asegura mi «inefable espía» en la directiva azulgrana. El activo de Messi es su capacidad goleadora y su capacidad para elaborar pases de gol, y el activo del Barça, su máximo activo, es Messi. Barcelona, el Barcelona, es la estatua a Colón y Messi, la otra estatua de la ciudad. Messi, además, se ha hecho a Barcelona como Barcelona y el Barcelona se han hecho a él. Divorcio imposible. –Pero es que leo…
No me deja terminar.
–Ni caso, ni caso, ni caso. Agrega:
–Vender a Messi, o darle la libertad, sería algo más que un disparate, sería un suicidio. Hazme caso: dale la espalda a la especulación. A Torra se le puede discutir. A Messi, no. Messi es mucho más que Torra.