La Razón (Madrid)

El Barça de Setién sufre y sufre

El conjunto azulgrana supera a un gran Getafe, que en la segunda parte rozó la igualada entre el murmullo del Camp Nou. La lesión de Jordi Alba, otro problema en una plantilla corta

- FRANCISCO MARTÍNEZ

UnaUna segunda parte extraña y desconcert­ante casi arruina al Barcelona y le da un punto al Getafe en el Camp Nou. Entró Ángel, uno de los posibles fichajes de los azulgrana, marcó un gol y rozó otro, que Ter Stegen se lo negó de milagro con un movimiento de instinto, de puros reflejos, con algo de suerte también. El delantero madrileño tampoco se esperaba que le llegara el balón, pero remató como pudo a dos metros de la portería. Fue al hombro del portero, pero se iba para adentro, y el alemán reaccionó primero con un manotazo arriba y un despeje abajo después. Una jugada espectacul­ar de uno de los futbolista­s que más protagonis­mo tuvo en el encuentro, tanto con los brazos como con los pies. Porque tuvo que tocar una y mil veces el balón, un pase tras otro, para la ya conocida salida de balón que quiere Quique Setién. Igual que le complicó el Athletic en Copa lo hizo el Betis la semana pasada (en la primera parte) y el Getafe ayer: hombre a hombre con los centrales y los centrocamp­istas para que Ter Stegen no tenga a quién darle el balón. Asumen riesgo y muchas veces pierden la pelota en zona de peligro. Hasta Messi tiene que bajar a esas posiciones para intentar que haya un jugador más, alguien libre. «Es normal que nos pongamos un poco nerviosos, la gente tiene derecho a expresarse como quiera, pero salir con el balón jugado es fundamenta­l para nuestro juego», argumentó después Setién.

El Camp Nou estaba hecho un flan, pitaba cuando los madrileños complicaba­n ese arranque de las acciones, sobre todo en la segunda mitad. El partido estaba 2-1 y podía pasar de todo, porque igual que el Getafe amenazaba Griezmann tuvo una oportunida­d inmejorabl­e, con el balón claro en el punto de penalti, para reventarlo, pero le pudieron las ganas y con la pierna derecha la mando lejos por mucho. No se movió finalmente el resultado y el Barcelona, que aprovechó su momento en el primer tiempo, sigue al acecho del Real Madrid, que hoy defiende su primer puesto en la Liga contra el Celta en el Bernabéu.

Ese «momento» de los barcelonis­tas fue en el último cuarto de hora antes del descanso, después de que el árbitro anulara un gol a Nyom tras ser avisado por el VAR. Hizo falta a Umtiti en la lucha por la posición. A esa oportunida­d le siguió otra de Cucurella y una anterior de Jorge Molina. El Getafe estaba muy metido en el partido, pero sufrió un tormento en ese tramo final del primer tiempo. Con

Messi al frente se lanzó el Barça al ataque y sacó una renta muy buena. Primero Griezmann, a pase del argentino (ya son seis asistencia­s en los tres últimos partidos) y después Sergi Roberto en otra acción coral pusieron el 2-0 en un pispás. Y tuvo Leo el tercero, pero sigue negado ante las porterías rivales y ya lleva cuatro partidos de Liga en blanco. Tampoco le hace falta para ser el jugador más decisivo del encuentro, puesto compartido esta vez con Ter Stegen.

Resistió después el Barcelona ante un Getafe que fue a más y que encontró en Ángel la puntería. Su volea fue espectacul­ar y complicada. Tan precisa que ni Ter Stegen intentó ir a despejarla. Después lo intentó, vaya si lo intentó, para encontrars­e con un Piqué de dos caras, con alguna pérdida de más, pero seguro en los cortes.

Desde casi el principio perdió Setién a Jordi Alba, lesionado en la zona de los aductores. Es un problema más para el entrenador, que tiene una plantilla apenas con 16 fichas del primer equipo, más la de Ansu Fati. Entró Júnior por él y fue el asistente del gol de Sergi Roberto.

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EFE La parada con la que Ter Stegen evitó el segundo tanto del Getafe, que llegó a ir perdiendo 2-0

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