Hacer un plan «détox» deteriora las defensas y aumenta el riesgo de Covid
Combatir los excesos navideños con un severo régimen o complementos alimenticios sin supervisión médica daña el hígado, el riñón y el corazón
A pesar de que hemos vivido la Navidad más atípica que recordamos, sin grandes reuniones familiares, los excesos culinarios propios de estas fechas no han desaparecido, hasta el punto de que durante las fiestas los españoles comen un 30% más de las calorías recomendadas y siete de cada diez ciudadanos reconoce excederse con la comida y el alcohol, según una encuesta elaborada por el Centro de Investigación sobre Fitoterapia, Infito. Y eso hace estragos en la silueta, pues la mayoría engorda, de media, entre dos y cinco kilos, pero también en la salud, ya que la cifra del colesterol «malo» puede llegar a incrementarse un 10%, según datos de la Fundación Española del Corazón, FEC.
Ante esa «tormenta perfecta», la solución que plantean muchas personas para compensar los excesos de estos días pasa por realizar un plan depurativo para el organismo, una opción que resulta muy peligrosa para la salud, más aún ahora, en plena tercera ola de la pandemia de la Covid-19: «Hacer un plan “détox” sin tener una valoración médica previa puede suponer la creación de un escenario idóneo para una infección o enfermedad. Eliminar alimentos o suministrar en exceso algún nutriente puede acarrear graves consecuencias», advierte Francisco Pita, miembro de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición, SEEN, quien hace hincapié en que «en múltiples ocasiones puede resultar un grave riesgo para la salud, como en personas con rasgos o con trastorno de conducta alimentaria, pacientes con enfermedades del aparato digestivo, del riñón, personas personas con diabetes…Y puede haber individuos que desarrollen enfermedades como consecuencia de estos métodos, como por ejemplo urolitiasis (piedras en riñón y vía urinaria) por exceso de vitamina C».
PACIENTES POST-CORONAVIRUS
La idea de realizar un plan depurativo puede resultar incluso más peligrosa en aquellas personas que ya han pasado la Covid-19 o que se han contagiado recientemente, ya que, tal y como recuerda, Pita, «una persona que haya pasado el coronavirus puede tener distintas secuelas, y aún no sabemos demasiado de ellas, por lo que no se recomienda en ningún caso hacer un “détox”; al contrario, deben estar bajo supervisión médica y deberían realizar una alimentación variada y saludable para evitar posibles déficits nutricionales».
En este sentido, Nela Berlanga, farmacéutica y experta en Nutrición de KilosOut, advierte de que «hay que tener cuidado con algunos planes depurativos sin supervisión médica, ya que existen algunos donde se excede de fármacos o plantas diuréticas y laxantes que pueden hacer más daño que beneficio, pues afectan a la microbiota intestinal, provocando hinchazón abdominal, gases, cambios de humor, cansancio e incluso tener un mayor riesgo de sufrir enfermedades como infecciones, depresión, obesidad o sobrepeso o incluso de tipo autoinmunes. La flora intestinal es más importante de lo que pensamos, desarrolla una función digestiva, metabólica, hormonal e incluso influye en nuestro cerebro y en nuestras defensas».
Además de esos peligros para la salud, existe otra razón de peso que echa por tierra la moda de los métodos «détox»: «El cuerpo humano está preparado para eliminar todo aquello que es tóxico en cualquier circunstancia, no siendo necesario recurrir a complementos alimenticios», asegura Alba Santaliestra, miembro del Consejo General de Colegios Oficiales de Dietistas-Nutricionistas. Y eso no es todo, ya que, según insiste Pita, «un plan depurativo no es una goma de borrar que ayude a desdibujar el exceso. Si una persona tiene problemas de colesterol, ácido úrico, riñón o aparato digestivo y realiza excesos, no hay ningún método que revierta el efecto dañino que ha producido».
El cuerpo no necesita desintoxicación, pues esa función ya la cumplen el hígado y los riñones. «Pero si queremos ayudarlos, podemos añadir alimentos drenantes y diuréticos, como alcachofas, apio, berenjena, escarola, rábanos, espárragos, calabacín, puerros, cebolla, berros, canónigos y coliflor, además de frutas como granada, piña, kiwi, manzana y fresas», aconsejan desde KilosOut.