Los «primera» las pasan canutas
El Leganés y el Ibiza llevan a la prórroga a Sevilla y Valladolid. Al Levante lo salvan los penaltis contra el Fuenlabrada
El Sevilla tuvo que recurrir a casi toda su artillería para eliminar al Leganés en la prórroga en una jornada copera de enorme padecimiento para los representantes de Primera División. Un gol de Ocampos en el tiempo extra liberó a los sevillistas en el Wanda frente a un conjunto pepinero que se defendió con fiereza, pero fue muy inocente en ataque.
Se dice que nadie escarmienta en cabeza ajena, pero es que Julen Lopetegui ni siquiera lo hace en la propia. El único borrón del técnico vasco en su primera campaña en el Sevilla fue la oprobiosa eliminación copera en Miranda de Ebro, facilitada por su alineación estrambótica. Pues reincidió contra el Leganés, sin que siquiera cupiese la atenuante del terreno de juego peligroso, pues el partido se había trasladado al tapete inmaculado del Wanda, sobre el que comparecieron dos onces de nivel parejo.
La primera parte fue un auténtico pestiño. Se podría ponderar el orden defensivo de los dos equipos, que maniataron al rival, pero ésas son sutilezas que tal vez capten los espíritus más sensibles. Un aficionado normal, apenas podía luchar contra la modorra bien pegadito al calefactor. «Aspiramos a todo en todas las competiciones», afirman campanudos los dirigentes sevillistas. Y luego, son incapaces de chutarle en 45 minutos al portero suplente de un equipo de Segunda.
Lopetegui tuvo que subir el tono en el descanso, porque compareció tras la pausa otro Sevilla. Incapaz de hincarle el diente al Leganés, vale, pero con la vergüenza mínima de tomar las riendas del partido para generar dos ocasiones bastante claras que sólo la inepcia de Aleix Vidal e Idrissi evitaron que decantasen el choque. Pep Martí, que es un zorro, había planeado llegar vivo al cuarto de hora final y ahí lanzó un par de zarpazos que bien podrían haberle dado el triunfo.
Los sevillistas afrontaron la prórroga con Acuña, Koundé, Suso y Ocampos en el césped. Cuatro titulares llamados a marcar la diferencia que en cinco minutos hicieron su trabajo. Óliver Torres, el más entonado de los reservistas, le metió un balón al espacio al purasangre argentino, cuyo galope terminó en las barbas de Riesgo, a quien batió con un tiro por bajo.
Para sostener su exigua ventaja, Lopetegui no se privó ni de sacar a Fernando, el metrónomo de su entramado defensivo, aunque carecía el Leganés de recursos físicos o técnicos siquiera para acercarse a Bono.
También caen Cádiz y Elche
La jornada sabatina no fue cómoda para los demás equipos de Primera. El Cádiz, plagada de suplentes su alineación por un Álvaro Cervera que pregonó su desinterés por la Copa, no compareció en Montilivi, donde el Girona sumó una sencilla victoria (2-0) que lo propulsa a octavos gracias a un doblete de Valery. Hubo de remontar el Valladolid ante el Peña Deportiva ibicenco (1-4), que se fue al descanso en ventaja y forzó la prórroga, pues sólo Míchel de penalti logró marcar en la segunda mitad. En el tiempo extra, Roque Mesa puso en ventaja a los castellanos con otra pena máxima transformada mediante sutil «panenka» y cerraron la goleada el propio Mesa y Óscar Plano.
El Levante jugó con el Fuenlabrada en el campo neutral de Las Rozas y se adelantó antes del cuarto de hora gracias a un gol en propia puerta de Glauder, que remató involuntariamente un centro de Morales. Borja Garcés, que debutaba cedido por el Atlético, empató mediada la segunda parte y mandaba el choque a una prórroga en la que imperó el miedo a perder. En la tanda de penaltis, Garcés y Cristóbal fallaron dos lanzamientos locales y Duarte convirtió el tiro que dio el pase a los valencianos.
La asistencia de Óliver a Ocampos, espléndida, premió el buen partido del extremeño, el mejor de los reservistas de Julen