14 INCÓGNITAS PARA EL 14-F
El incierto escenario catalán augura una recta final de la campaña de infarto en la que resolver las dudas que rodean la cita con las urnas
Falta una semana para que los catalanes voten en unas elecciones que además de la incertidumbre por la pandemia, suman otras dos. El cansancio del «procés» y la frustración de una gestión del gobierno catalán manifiestamente mejorable. Estas tres variables configuran un escenario de resultado incierto, lo que augura que esta última semana de campaña será muy movida y abren numerosos interrogantes.
1.- ¿Quién ganará? Los trackings demoscópicos tienen un denominador común. Si hay una alta participación, ERC puede alzarse con la victoria. Si, por el contrario, es baja, aumentan las posibilidades del PSC. Este binomio no parece ponerse en duda por sus oponentes lo que está avivando el cuerpo a cuerpo entre las dos formaciones. Un dirigente socialista dijo a LA RAZÓN que «no sabemos que pasará, pero estamos jugando el final de la Copa. Hace un mes apenas aspirábamos a la semifinal. Esto de por sí, ya es un éxito». Una forma de decir que ni el PSC las tiene todas consigo, a pesar de la campaña que está haciendo Illa.
2.- ¿A quién afecta la abstención? Las encuestas sitúan la participación en estos comicios sobre el 60%, lejos del casi el 80% de las elecciones de 2017. A priori, los más perjudicados serían los partidos independentistas, pero a esta incógnita cabe sumar que todos los sondeos apuntan que un 30% del electorado que quiere acudir a votar está indeciso. Por este motivo, los partidos se posicionan para captar el voto útil. Los socialistas tienen ganado el pulso en el mundo constitucionalista y es la bandera que agita ERC, que se presenta como la única fuerza política política del mundo independentista capaz de ofrecer gestión y resolución del conflicto.
3.- ¿Se podrá formar gobierno?
La aritmética parlamentaria será endemoniada porque todos los partidos tendrán una mirada puesta en Barcelona y otra en Madrid. A priori, solo hay dos posibilidades. O un gobierno de izquierdas –PSC, ERC y Comunes– o un gobierno independentista –ERC, JxCAT y CUP–. Otras fórmulas son un imposible. Que estos gobiernos sean de coalición no está en los planes de los partidos. ERC aboga por un gobierno junto a Comunes y CUP, lo que necesitaría el concurso externo de los socialistas. El PSC con los Comunes, lo que implicaría un acuerdo con ERC. Ambas formaciones no quieren pactar entre ellas. Solo existe una posibilidad: que gane Pere Aragonés. Si gana el PSC la posibilidad de que los republicanos apoyen a Illa se antoja remota. El galimatías es tal que la repetición electoral es más que una realidad.
4.- ERC. Junqueras ha surgido como el salvador de las opciones republicanas, que en las últimas semanas de precampaña se habían resentido porque Aragonés es un candidato atípico en el independentismo, porque su estilo está alejado de la épica de la que siempre se han rodeado sus líderes. En estos días, ERC ha mejorado algunas décimas pero insuficientes para sumar nuevos diputados.
5.- JxCAT. Laura Borrás está acaparando todos los focos, dejando en el banquillo a los presos de su formación y a Puigdemont que está teniendo escaso protagonismo. Sobre este tema dos interpretaciones. Una, que Borrás está marginando a Puigdemont, porque de facto no era su candidata preferida y ganó las primarias. Segunda,
que Puigdemont se retira de la primera línea de batalla ante el riesgo de perder, y Puigdemont «nunca pierde», dicen en su entorno. Borrás se ha convertido en la musa de la Declaración Unilateral de Independencia, será su piedra de toque para presionar a ERC, pero la incógnita es saber si Borrás está dispuesta a entrar en la cárcel por vulnerar la legalidad vigente. De momento, sus veleidades secesionistas no han sido secundadas ni por ERC ni por la CUP.
6.- PSC. Salvador Illa puede ganar las elecciones. Se presenta como la única posible solución y ha destrozado, aun más, las expectativas de otros partidos constitucionalistas. Los socialistas catalanes no disputaban el liderazgo en unas autonómicas desde 2006. Illa ha dado impulso al PSC y ha abierto una posibilidad descartada antes de la presentación de su candidatura el 30 de diciembre. Ciertamente juegan la final, pero no tienen garantizada la Champions.
7.- Ciudadanos. Carlos Carrizosa tendrá un mal resultado y el ganador de 2017 pasará en el mejor de los casos a cuarta posición. Las previsiones son tan demoledoras que los naranjas estarían encantados con los 15 diputados que les auguran algunas encuestas. Los trackings de esta semana reducen su presencia incluso por debajo de los dos dígitos en función de la jornada. La presencia de Arrimadas en la campaña no está aportando un valor añadido y el resultado de las catalanas puede tener repercusión en el liderazgo nacional, por la contestación interna que está teniendo su líder.
8.- PP. Los populares están en caída libre. Algunos trackings los convierten en extraparlamentarios porque solamente obtendrán tres diputados por Barcelona. El caso Bárcenas puede acabar siendo letal, pero no el único. Descontento Descontento interno por la incorporación de Lorena Roldán y Eva Parera, el escándalo que ha apartado a su número cuatro por una denuncia de violencia sexual, y lo que apuntan muchos ex dirigentes del partido, la ausencia de liderazgo de Casado. El viernes, el líder del PP dijo que «ERC y PSC son lo mismo». Quizás en la M-30 este discurso cuaje, pero «en Catalunya esto no tiene ninguna credibilidad», apuntan desde el partido. Si el PP no obtiene representación la crisis en Génova está servida, «Casado se tendría que ir», aunque estará presente en otro escenario: un «sorpasso» de Vox.
9.- Vox. Ignacio Garriga va por libre y le está funcionando. Empezó entrando en las previsiones demoscópicas en campaña, con una exigua representación, y ahora le arrogan una presencia superior a la del PP y que en función de la magnitud de la catástrofe de Ciudadanos, podría situarse como el principal partido de la derecha española en Catalunya. Los efectos en Madrid de este resultado abren todas las incógnitas.
10.- Comunes. Ada Colau ha salido en tromba para salvar a la soldado Jessica Albiach. Los trackings han disparado todas las alarmas. Las previsiones no eran buenas antes de empezar, pero se han agravado por dos elementos. La presencia de Illa en campaña que arrastra el voto útil de la izquierda, y la presión de ERC y CUP a su electorado fronterizo. Las palabras de Iglesias equiparando a Puigdemont con los exiliados de la República podría poner en peligro el grupo parlamentario.
11.- CUP. Dolors Sabater, ex alcaldesa de Badalona, ha sido desautorizada en dos ocasiones por su formación esta semana, sin embargo, la crisis interna no parece afectar a su crecimiento que dobla la representación en el Parlament. La CUP quiere convertirse en la pieza del cigüeñal que haga funcionar un gobierno de coalición independentista.
12.- PDeCAT y PNC. Los restos de la antigua Convergència empezaron de cero y tienen algunas posibilidades, aunque pocas, de entrar en el Parlament. Se puede dar la paradoja que su líder, Angels Chacón no entre en el Parlament porquesepresentaporBarcelonapero que su formación lo haga por Lleida y/o Girona. Los votos que obtengan pueden ser letales para JxCAT, formación que es calificada de mentirosa por Chacón en todas sus intervenciones. Por su parte, el Partido Nacionalista de Cataluña, nacida de estos mismos restos y liderada por Marta Pascal, tendrá una vida más que efímera. Sus previsiones se quedan en el 0,2% del voto, pero también restarán a los de Puigdemont y Borrás, al igual que algunas formaciones de la ultraderecha independentista que también concurren a estos comicios. Quizás en este último tramo de campaña tiren la toalla para evitarse un ridículo mayor.
13.- ¿Qué repercusión tendrá en la gobernabilidad de España?
Una derrota de los republicanos hará saltar por los aires la estrategia de ERC que pasa por la gobernabilidad de España. La retirada de ERC de la mayoría que apoya a Pedro Sánchez abrirá nuevos escenarios, porque también una derrota de los republicanos puede abrir una crisis interna de imprevisible resultado. Esta posibilidad sumada a posibles crisis en Ciudadanos y PP dibujaría un escenario en la Carrera de San Jerónimo de Volver a Empezar.
14.- ¿Cuándo podría formarse
gobierno? Aquí se acumulan las incertidumbres. La primera gran negociación será la Presidencia del Parlament, cuya elección será a finales de marzo. Luego debe presentarse un candidato para abrir el plazo de dos meses para elegir un president. Entre la elección del president del Parlament y la primera investidura no hay plazo, pero esta vez el PSC está dispuesto a que el «reloj de la democracia» no pare. Lo hará Salvador Illa con seguridad, pero siempre mirando a Madrid. Si los plazos se acortan y hay acuerdo, el nuevo president de la Generalitat podría tomar posesión y formar gobierno en el mes de junio.