LA CARRETERA SE HACE INTELIGENTE
Las carreteras están dejando de ser simple asfalto inerte con las rayas bien pintadas para adaptarse a coches cada vez más autónomos. Los sensores o la tecnología 5G ayudarán a mejorar los flujos de trafico y evitar posibles imprevistos
Para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero del tráfico rodado se barajan diferentes opciones como la incorporación de sistemas de recarga para coches eléctricos en el propio asfalto o añadir plástico recliclado a las mezclas que lo componen
Seguras,Seguras, verdes y conectadas. Ese es el futuro de las carreteras. En algunos años, puede que más pronto de lo que pensemos, el asfalto nosinformaráentiemporealsobre el estado del tráfico o la velocidad a la que es mejor circular para evitar algún atasco más adelante. También podrán ir cargando la batería de nuestro coche eléctrico o servirse de ella para iluminar las farolas a nuestro alrededor. Incluso los pasos de cebra se transformarán convirtiéndose en una amalgama de pavimento LED, proyectores proyectores y detectores de peatones. Todo gracias a una combinación de sensores, tecnología 5G y el intercambio de información entre todos los elementos del sistema viario. «La movilidad está avanzando muy rápido en al ámbito del vehículo, mientras que la carretera se está quedando como una simple plataforma de asfalto con las rayas bien pintadas. Los coches se están haciendo inteligentes y las vías no. Las carreteras tienen que poder compartir información con los usuarios y, de esta forma, reducir retenciones y la siniestralidad, mejorando los flujos del tráfico», explica Jacobo Díaz, director general general de la Asociación Española de la Carretera. De hecho, a finales de 2020 tuvo lugar el primer Congreso Español de Smart Roads, una cita que ha servido para debatir y para la creación de los primeros grupos de trabajo entre las administraciones y las empresas. La idea es aprovechar los nuevos fondos Next Generation para digitalizar 26.000 km de carreteras estatales y 30.000 adicionales de las redes de primer orden de las CC AA.
«Primero hay que adecuar la carretera con asfalto en buen estado y con señales digitales para que la información fluya directamente y en tiempo real desde los gestores a los usuarios, en el caso de que se haya producido el cierre de un carril o si las condiciones meteo cambian... Estamos trabajando para que los roadside units, es decir, las torretas verticales, aprovechen la tecnología 5G y den información cada cinco kilómetros», dice Díaz. Las señales de velocidad se adaptarían en tiempo real a las circunstancias de la carretera, «en función de la densidad del tráfico o el clima. Además, en los accesos a las principales vías sería necesario implantar estas señales que alertarían de cómo va la carretera en ese momento», matiza el directivo.
Las vías también tienen que
adaptarse a coches cada vez más autónomos. No en vano la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos (Ganvam) calcula que en 2025 en España habrá más de nueve millones de estos turismos. La revista Forbes, a su vez, habla en un amplio reportaje sobre varios proyectos de prueba para estos modelos en todo el mundo. Por ejemplo, Canadá está evaluando convertir toda una autopista de peaje en una ruta de prueba para coches autónomos. «La UE está considerando una docena de proyectos, mientras China planea dedicar dos carriles completos de unacarreteraentreBeijingyXiong exclusivamente a los coches automáticos», dice la revista. La conducción autónoma segura requiere de monitorización en tiempo real para que sea posible informar a la red de vehículos y al centro de control de cualquier imprevisto. «Habrá que incorporar cada 10 km lugares de parada de emergencia, por si los vehículos tienen alguna avería que no se detenga en mitad de un carril», comenta Díaz.
Pero no es la única novedad. La Universidad de Zaragoza, junto a la Politécnica de Valencia y la Universidad taiwanesa Tsing Hua (entre otras) publicaba recientemente un informe en el que afirman afirman que en un futuro la misma vía podrá generar música para alertar a los conductores sobre un peligro: «En Japón ya hay una treintena de carreteras musicales. También las hay en Corea del Sur, donde estas carreteras musicales advierten a los conductores, generando acordes de una canción popular. En Nuevo México, en la histórica Ruta 66 entre Albuquerque y Tijeras, los conductores pueden escuchar la canción America the Beautiful al alcanzar los 72,4 km/h)».
Otro de los avances tiene que ver con el vehículo eléctrico. Fue en 2014 cuando se empezó a hablar de la posibilidad de que fuera el asfalto el encargado de llenar las baterías de estos coches. «Ese mismo año se instalaban en Holanda 70 metros de SolaRoad. Francia también quiso probar la tecnología de carga dinámica de vehículos. La carretera, de 2,8 kilómetros, estaba vestida de paneles solares y contaba bajo su superficie con una red de cables helicoidales. Al estilo de la carga inducida de los móviles, en Normandía querían cargar el coche mientras circulaba», explican desde Ferrovial, una de las empresas implicada en proyectosdecarreteras conectadas.
«Las carreteras de carga son también una realidad en países como Corea del Sur, Suecia o Reino Unido. Además de analizar las fuentes de energía renovable existentes y consolidadas, como la solar fotovoltaica, la eólica y la geotérmica, también se han estudiado sistemas innovadores. Entre ellos, el que más expectativas ha levantado es el Vortex, consistente en un poste que oscila con el viento y genera electricidad gracias a un juego de imanes. Desde hace una década se investiga también la instalación de cristales piezoeléctricos bajo el asfalto, cuya deformación –producida por el paso de los vehículos– genera electricidad. Hasta 400 kilovatios de potencia por kilómetro», explica en nota de prensa la UPV.
Por desgracia, este tipo de soluciones presenta inconvenientes como la dificultad para adaptar el flujo magnético con la posición del vehículo o la baja velocidad de carga. «Por ahora la tecnología apunta a la recarga estática como tecnología mas eficiente», indica el portavoz de Ferrovial. Es decir, que antes veremos puntos de recarga o electrolineras distribuidad por la red de carreteras.
Plástico
Otra solución medioambiental interesante tiene que ver con la propia composición del asfalto. Según relata la BBC, India, país que alberga una de las redes de carreteras más grandes del mundo, con un crecimiento 10.000 km de carreteras al año, está invirtiendo mucho esfuerzo y dinero en añadir plástico reciclado a sus mezclas para pavimento. «Desde Ghana hasta los Países Bajos, pasando por Reino Unido, la construcción de carreteras y caminos de plástico está ayudando a ahorrar emisiones de carbono, mantener este residuos alejado de los océanos y los vertederos. En 2015, el gobierno indio hizo obligatorio el uso de plásticos en la construcción de carreteras cerca de ciudades de más de 500.000 habitantes. Un solo carril de una carretera ordinaria requiere 10 toneladas de betún por kilómetro, y en India hasta ahora, se han tendido en 2.500 km de estas carreteras de plástico», dice el tabloide. El plástico reduce la cantidad de baches, ya que hace que el asfalto responda mejor a la expansión y contracción provocada por los cambios de temperatura.
Existen en el mundo varios proyectos de vías musicales que alertan a los conductores de excesos de velocidad
Desde 2014 se experimenta con varios tipos de recarga debajo del pavimento para eléctricos
Países como India han hecho obligatorio usar plástico reciclado en la mezcla de sus asfaltos
Gracias al 5G y los sensores, las carreteras se comunicarán con vehículos cada vez más autónomos