VUELTA PAULATINA A LA ACTIVIDAD EN FRANCIA
Francia está comenzando el desceno de la tercera ola de contagios por coronavirus, que, como en el caso de Italia y Alemania, está siendo especilamente alta en cuanto a la incidencia en el número de contagios, lo que ha llevado al país a ser el tercero en Europa en rebasar la cifra de 100.000 fallecidos por covid-19. Pese a la campaña de vacunación, a primeros de abril, Macron, el presidente galo, decretó un nuevo cierre de todas las actividades para toda Francia, lo que incluyó la clausura de los colegios, una medida que ahora, tres semanas después, ha sido revertida con la vuelta paulatina a las aulas. Desde ayer, los alumnos de infantil y primaria han regresado a las clases presenciales, luego, el 3 de mayo, se reincorporarán los de secundaria a la vez que se anularán las restricciones a la movilidad de más de 10 kilómetros del domicilio. La decisión del retorno a la escuela, pese a que la incidencia aún está en 314, considerada alta por las autoridades sanitarias francesas, se ha tomado porque «el colegio permite luchar contra las desigualdades sociales», según afirmó Macrón. No obstante, Francia ha establecido un protocolo anticovid reforzado en las escuelas, por el que se mandará una semana a casa a todos los alumnos de una clase al primer caso detectado –antes eran tres–. Para controlar los contagios, se han enviado más de 400.000 test de saliva semanales a los centros escolares, como muestra la imagen, una medida que pone algo de tranquilidad ante la necesidad de una vuelta paso a paso a la normalidad, tras el considerado fracaso del fin del confinamiento tras la primera ola, que se hizo de forma general.