La Policía cree que hay un grupo organizado tras las cartas-bala
El objetivo sería desestabilizar el mapa político ante el 4-M Localizado el buzón desde el que se envió la amenaza a Iglesias
Las Fuerzas de Seguridad del Estado investigan si existe algún tipo de nexo común en la «oleada» de cartas amenazadoras, con proyectiles en su interior, que reciben estos días políticos y otras autoridades. Parece probado que los autores de los envíos tienen el fin de crear un ambiente de desestabilización en la última fase de la campaña electoral para los comicios autonómicos madrileños. De momento, la Policía localizó ayer el buzón desde el que se envió el segundo sobre al líder de Podemos, Pablo Iglesias.
Las Fuerzas de Seguridad han dado un paso importante en la investigación para determinar el autor o autores de los envíos de cartas amenazantes a ministros y políticos. Según han informado a LA RAZÓN, se ha logrado determinar con toda certeza el buzón de Madrid, en la zona de Cuatro Caminos (se conoce la calle, pero no se facilita para no dificultar las pesquisas) donde se depositó el segundo sobre dirigido al dirigente de Podemos, Pablo Iglesias, que, curiosamente, fue enviado a la Dirección General de la Guardia Civil, que está en la misma zona. Este sobre, que no es acolchado a diferencia de los anteriores, llevaba un remite falso, a nombre de Luis García, y contenía, además de la amenaza, tres proyectiles del calibre 22 (correspondiente a una pistola pequeña) y otro del 7,62, para fusil.
La localización del buzón y la determinación, con un escaso margen de la hora en que fue depositado, en una zona en la que hay muchas cámaras y antenas de telefonía, va a permitir, según las fuentes, poder identificar al depositante.
Ha llamado la atención de los investigadores que las letras del sobre estaban escritas con una plantilla, pero diferente de las usadas en otros envíos, lo que se interpreta como una maniobra de despiste.
Se trata del segundo envío a Iglesias. El primero llegó a la sede la Secretaría de Estado de Seguridad, en la calle Amador de los Ríos, y contenía cuatro proyectiles proyectiles del 7,62. Por lo que respecta a los otros envíos, la munición utilizada fue del 7, 62 en el remitido a Marlaska; el mismo, a la directora general de la Guardia Civil, María Gámez; del 38, utilizado habitualmente para revólveres pero que puede servir para pistola, en el de Rodríguez Zapatero; y del 22, en el Isabel Díaz Ayuso, en el remitido desde Barcelona, interceptado en Correos y que investigan los Mossos.
Acerca de los trabajos de la Policía Científica, no se han obtenido, al menos de momento, grandes avances pero se sigue trabajando intensamente para alcanzar un objetivo.
Por otra parte, las Fuerzas de Seguridad del Estado investigan si existe algún tipo de nexo común en la «oleada» de cartas amenazadoras, con proyectiles en su interior, que reciben en estos días políticos y otras autoridades.
Según han informado a LA RAZÓN fuentes conocedoras del asunto, lo que parece probado es que los autores de los envíos, una vez aclarado los que fueron remitidos desde El Escorial, tienen el fin de crear un ambiente de desestabilización en la última fase de la campaña electoral para los comicios autonómicos madrileños. Han logrado que se hable de amenazas más que de programas y propuestas para los ciudadanos llamados a votar.
Es como si España se encontrara en pleno conflicto civil , previo a cosas peores, cuando la realidad, que es la que hay que analizar, es que se trata de unos sobres con unos proyectiles, de distinto calibre en su interior. Unos artilugios que, sin el arma correspondiente, no tienen ningún poder letal a diferencia de los que ocurriría si se tratara de artefactos explosivos o de otro tipo.
Se busca, y se logra, la publicidad porque, insisten las fuentes consultadas, no hay que olvidar que las personas receptoras de los envíos son víctimas de una amenaza, sea quien sea el autor de las mismas.
Aunque en algunos casos hayan sido ellos mismos los que han dado publicidad a los hechos, en otros se han filtrado desde distintas instancias con el fin de tener informada a la opinión pública.
Todo esto puede producir también un efecto de imitación por la gran relevancia mediática que logran la difusión de las noticias sobre las amenazas postales, aunque los investigadores se inclinan por pensar que hay una intencionalidad desestabilizadora que, al final, no se sabe muy bien a quién puede beneficiar el 4-M, si es que beneficia a alguien.
La segunda carta para el líder de Podemos fue depositada en la zona de Cuatro Caminos y se conoce la hora