«Sánchez deja como patrimonio purgar a los buenos socialistas»
Defiende a Leguina y Redondo y avisa de que si les echan, se irá con ellos. «Es una infamia»
EsEs el portazo a dos dirigentes históricos lo que le ha llevado a hablar. El expediente a Nicolás Redondo y Joaquín Leguina. Les defiende porque «son patrimonio» del partido y avisa de que si son expulsados, es probable que él mismo abandone el partido del que un día fue secretario general en Madrid y alcalde de Parla. Tomás Gómez no se deja nada en el tintero. Apunta a la responsabilidad directa de Pedro Sánchez en los resultados en Madrid y cree que si el presidente no rompe con sus pactos con Podemos o los independentistas, su salida de Moncloa puede ser antes que tarde.
–¿Qué le ha pasado al PSOE en Madrid?
–Se ha castigado a Pedro Sánchez y a su gestión de la pandemia, sumado al factor de que en Madrid el PSOE ha sido un desastre en su tarea como oposición, al igual que su gestión interna en estos últimos seis años. Ha desaparecido de colectivos de empresarios y ha sido incapaz de conectar con los jóvenes o con los autónomos... La sociedad lo ha percibido y le ha dado una patada a Sánchez en el trasero.
–¿Hay PSOE más allá del «sanchismo»?
–El PSOE era otra cosa. Representaba a toda la gente y daba vida a pensar por ti mismo. Sánchez ha acabado con esto. Él nunca ha entendido al PSOE y su obsesión ha sido la de acabar con ello para imponer el sanchismo.
–¿Es de recibo el expediente a Leguina y Redondo?
–Es una infamia lo que ha hecho con ellos. Nicolás fue candidato cuando ETA mataba con tiros en la nuca a socialistas. Y Leguina es el único patrimonio del PSOE en Madrid. El único que ha sido capaz de gobernar. El único patrimonio que deja Sánchez es ser tercera fuerza. Si sigue así, decidiremos irnos y volver cuando no esté. Como les expulse yo ya lo estoy pensando. Ellos no han hecho campaña por Ayuso, no hay razón para echarles. Ambos son parte de nuestra historia.
–¿Era Gabilondo un buen candidato?
–Nunca lo ha sido. Primero por las formas de Moncloa. Eso de que llegue el jefe supremo a modo déspota e imponga a dedo a quien considere... y si hubiese sido un buen candidato habría funcionado, pero es que tampoco ha funcionado en estos últimos seis años y ha dejado la peor marca ahora.
–¿Es el responsable del fracaso del PSOE?
–Esto es como en el Código Penal.
Primero hay un responsable que ha cometido el delito, que es Pedro Sánchez, que es quien decide la lista, lo que se tiene que hacer, el tipo de campaña, etc.. Luego hay colaboradores necesarios, que es la dirección del PSOE en Madrid, es decir José Manuel Franco. Eso no es una dirección política, sino un comisario político mandado por Sánchez para que tenga controlado todo a su imagen y semejanza. Franco asumió su responsabilidad para hacer lo mejor para Madrid y no lo ha hecho. Yo no sé muy bien si ha hecho lo mejor para él o para Sánchez. El otro colaborador es Gabilondo. No soy profesor de Filosofía pero no sé si la ética alcanza para que haya dejado el escaño.
–¿Al PSOE le han pesado sus pactos a nivel nacional?
«Me dará mucha pena cuando vea en la Asamblea que el escaño de la oposición no lo ocupa el PSOE»
–La sociedad le ha hecho una moción de censura a Sánchez porque ha preferido la forma de gestionar la pandemia de Ayuso. También le ha castigado por su pacto con Podemos y los independentistas. Este cúmulo de cosas hace que Sánchez solo deje un patrimonio y es el de purgar y echar a los buenos socialistas. Mira ahora su entrada en Andalucía. Él ha tomado todas las decisiones personalmente de manera muy cuestionable y el resultado es negativo. Solo han pervivido presidentes que venían de antes como Fernández Vara o García-Page. No hay quien entienda que quieran echar a Leguina y tengamos que tragar en listas a Irene Lozano, que ha insultado durante años a socialistas. O que el jefe político sea Iván Redondo, que hizo la vida imposible a Vara. Está claro que Sánchez quiere expulsar al mejor patrimonio de los socialistas y contratar a mercenarios en su lugar. –¿En unas elecciones generales
podría penalizar al PSOE estos pactos?
–Madrid siempre va por delante. El 4-M se votó en clave nacional. Yo si fuese Sánchez estaría preocupado porque o cambia de estrategia, de socios y de forma de hacer política o le queda menos tiempo de lo que el se cree en Moncloa. Si hubiese hoy elecciones creo que Sánchez sufriría una bajada de votos.
–¿Cree que el PSOE ha hecho un análisis de los resultados?
–No. Sánchez es más ejecutor que pensante. Ha puesto un cortafuegos para que la herida no le alcance. No está dispuesto a asumir ninguna responsabilidad.
–¿La victoria de Ayuso aboca al bipartidismo de nuevo?
–Una vez pasada la crisis de 2008 se tiende al bipartidismo y es normal porque es estabilidad. Hemos visto que el multipartidismo es la fragmentación electoral que lleva a pactos imposibles e insultantes. En Madrid, el PP ha sido el voto refugio del antisocialismo. Lo que falla es la dirección del PSOE porque ha tenido la oportunidad con un PP destrozado con Bárcenas, con problemas internos, su desastre en Cataluña, con una figura de Casado muy cuestionada... Nunca lo ha tenido tan fácil el PSOE en Madrid y lo ha tirado por la borda haciendo que en lo local sea Más Madrid el partido de referencia. Me va a dar mucha pena cuando vea la foto de la Asamblea y vea que el escaño de la oposición lo ocupe alguien que no sea del PSOE.
–¿Cómo se puede entender que el PSOE no haya ganado ni en el cinturón rojo de Madrid?
–Pues porque ha habido un voto rechazo al PSOE y al Gobierno. Yo vivo en una parte del cinturón rojo y conozco bien a los vecinos. He hablado con votantes de toda la vida del PSOE ¡y me decían que iban a votar al PP! Porque han podido ir a trabajar y porque Ayuso se ha enfrentado al Gobierno. La gente ha votado con cierto dolor y con mala conciencia. No sé si ha sido casualidad, pero es lo que ha conectado con la gente y es en lo que ha fallado el Gobierno.
–¿Se reconoce en este PSOE?
–Para nada. Este no es mi PSOE. Me lo han cambiado y ni me reconozco yo ni quienes vivíamos en un proyecto socialdemocrático.
–¿Le recuerda todo esto a lo que usted vivió?
–No tiene nada que ver. Políticamente esto es una intervención despótica de Sánchez en la que quiere quitar a uno para poner a otro, pero en mi caso hubo un intento de destrucción personal. Se me acusó veladamente de ser un corrupto y eso no se lo perdono a nadie.